El proceso judicial planteado por la Fiscalía gallega contra nueve controladores de Santiago por "abandono de funciones" entre los días 27 de noviembre y 4 de diciembre del pasado año dio ayer un vuelco. El juez que instruye la causa decidió suspender sin fecha la toma de declaraciones de los encausados -ayer estaba previsto que declarasen cinco y solo lo hizo uno- para estudiar nuevas pruebas aportadas por la defensa. Uno de los abogados de los controladores, Diego Salmerón, aseguró que "había sido suficiente la declaración de tan solo uno de los controladores para provocar que la autoridad judicial decidiera aplazar sine die el resto de declaraciones pendientes".

Salmerón adujo que la documentación aportada por la defensa había sido "tan palmaria, clara y contundente" que todas las partes implicadas, incluido el fiscal, acordaron la suspensión "para valorar" las nuevas pruebas.

Según este letrado, en ellas queda "claro" que "existía una trama" "coordinada" dentro de AENA para "ocultar" la realidad laboral de los trabajadores en Santiago a la opinión pública y "provocar una falta de crédito" en el colectivo.

"Esta documentación va a facilitar y está facilitando que lo que los controladores sabían y que se ha dicho reiteradamente ahora lo podamos acreditar, porque poseemos documentación de la propia AENA que lo certifica", señaló. Dichas pruebas fueron facilitadas, apuntó, de "forma anónima".

Los controladores fueron llamados a declarar por la causa penal que se sigue contra ellos en relación al conflicto aéreo que comenzó en noviembre del año 2010, cuando algunos trabajadores denunciaron que habían cubierto ya el número máximo de horas de trabajo anuales. Este conflicto se extendió luego al resto del Estado y culminó con la decisión del Gobierno de militarizar el colectivo.