En las antiguas canteras de Corcoesto (A Coruña), yacimientos conocidos en el lugar por los nombres de Cova Crea, Pozo do Inglés o Montefurado, proyectan su esperanza de encontrar un empleo a alrededor de 250 personas, aquellas que al final acaben involucrándose en la explotación de una mina de oro. Una parte de ese personal estaría compuesto por población local, la otra parte, por profesionales técnicos vinculados a la empresa Rio Narcea Gold Mines, propiedad de la compañía Edgewater Exploration, que acaba de presentar a la Xunta parte de un proyecto de explotación aurífera que comenzó a captar su atención hace casi 15 años. El Gobierno gallego solo está pendiente de recibir un informe de impacto ambiental.

Un total de 350 personas residen en las 778 hectáreas que abarca Corcoesto, en el municipio de Cabana de Bergantiños, donde el relevo generacional se extingue y la poca juventud que queda emigra a las ciudades en busca de oportunidades que allí no tiene. El oro debería generar trabajo. Así lo desea el concello y también la empresa Rio Narcea Gold Mines.

Con la previsión de plazos delante, la compañía se plantea comenzar la operación minera a mediados de 2013, con la explotación de un yacimiento a cielo abierto y otro interior de manera simultánea. Para entonces, unas 250 personas -entre trabajadores contratados por la empresa y subcontratas- deberían unir fuerzas en el mismo proyecto industrial.

La distribución de futuras tareas ya ha entrado en los cálculos de Rio Narcea, que sitúa a la mayor parte de su personal, un 40%, en trabajos que se deben desarrollar en la mina a cielo abierto en labores relacionadas con movimientos de tierras y transporte de material, controles ambientales y de salud y trabajo, geología y topografía. Un 30% de la plantilla lo integrarían químicos, operarios y personal de mantenimiento asentados en una planta de tratamiento y en el laboratorio analítico.

Otros sectores implicados concentrarían a trabajadores en la mina interior para desempeñar también sus correspondientes labores de movimiento de tierras, mantenimiento y controles de seguridad. Otro 10% del personal se concentraría en trabajos propios de administración. Y un porcentaje menor de empleados, un 5%, sería responsable de la elaboración de sondeos e informaciones.

La futura mina de oro en Cabana de Bergantiños también generaría una serie de trabajos indirectos cuyo cálculo es de más compleja estimación, y que contribuirían a dinamizar sectores en la zona, como el hostelero (restaurantes, alojamientos) y el empresarial (talleres, empresas proveedoras de material).

Rio Narcea, que ya ha puesto en marcha acciones de colaboración con colectivos de la zona, como Aspaber (una asociación que integra a padres de discapacitados psíquicos de la comarca de Bergantiños), prevé dar prioridad a la población local en su política de contrataciones. En su agenda incluye un programa de cooperación con la Cámara Oficial Mineira de Galicia para llevar a cabo cursos de formación específicos para los distintos puestos de trabajo que requiera la mina.

1.600 dólares la onza

La Xunta debe analizar ahora toda la información detallada sobre los procedimientos de extracción, con el añadido del impacto medioambiental que causará el proyecto en la zona donde Rio Narcea operará, además de una valoración de su viabilidad económica. El estudio necesitará también expedientes medioambientales, urbanísticos y del concello afectado de acuerdo con la ley de ordenación de la minería de Galicia antes de volver a la consellería de Industria, que decidirá si la maquinaria pesada entra en las montañas de Corcoesto para empezar a cavar a mediados de 2013.

El oro alcanza en la actualidad un valor de 1.600 dólares la onza, lo que hace apetecibles los proyectos de extracción en territorios caracterizados por su importante riqueza mineral.

Mientras, los vecinos de Corcoesto que ahora consumen horas de angustia a la espera de un empleo, volverán a la actividad. Dentro de un año y medio, Cabana de Bergantiños, con la perspectiva de asentar a su población y atraer nuevos proyectos industriales, vivirá su particular quimera del oro.