La riqueza mineral de la roca gallega anima a las empresas nacionales e internacionales a planificar proyectos de extracción. No solo con el oro como tentación, como apuntan también estudios centrados en zonas de Muros o Santa Comba, además los hay interesados en exploraciones de wolframio, tantalio, cobre, plata, zinc o níquel en los municipios coruñeses de Coristanco y Val do Dubra o los ourensanos de Avión y Boborás, entre otros. Algunas empresas no definen un solo mineral entre sus planes, lo normal es que soliciten permiso para poder llegar a extraer varios.

El listado de trabajos de investigación solicitados y concedidos en 2009 y 2010 contiene 481 repartidos entre las cuatro provincias u ocupando territorios de más de una, incluso cruzando la frontera castellano-leonesa. Corresponden a A Coruña 49 de esos proyectos, 166 a Lugo, 132 a Ourense y 83 a Pontevedra; además, hay otros 10 que Lugo tramita con Asturias y 36 con Castilla y León, y cinco más que desarrollará Ourense en colaboración con la provincia de Zamora.

Los proyectos abarcan extensiones pequeñas o grandes (alguno engloba hasta diez ayuntamientos, como ocurre en Pontevedra), según los intereses de cada solicitante y la riqueza mineral de los terrenos; se otorgan por tres años y se pueden ir prorrogando anualmente de manera indefinida, siempre que la Administración reciba un informe de los trabajos desarrollados cada año.