Resultados, hechos y "no más marear la perdiz". Esta es la exigencia que los trabajadores de Navantia en Ferrolterra hacen a la Xunta y al Gobierno central para que encuentren una solución a su "situación crítica". Así se lo reclamaron ayer los representantes sindicales de los astilleros de Ferrol y Fene al delegado de Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, con el que se reunieron en A Coruña mientras una concentración de 5.000 personas frente al edificio gubernamental coreaba consignas en defensa del sector. La falta de contratos nuevos desde 2006, la pérdida de empleos y la amenaza de más paro en los astilleros a partir de marzo pintan un oscuro panorama para el que no cabe otra solución, según los trabajadores, que la construcción urgente de un dique flotante en la ría que garantice el trabajo que falta y la permanencia de los puestos de trabajo.

El resumen de la cita con Juárez que por megafonía hizo Fernando Sinde, presidente del comité de empresa de Navantia Ferrol, no mencionó ningún compromiso expreso, aunque abrió las puertas a la esperanza de que la Delegación del Gobierno pueda interceder con éxito ante los Ejecutivos autonómico y central para solucionar el estado alarmante que sufren los astilleros.

"Exigimos al delegado del Gobierno que transmita a ámbitos superiores la gravedad de la situación en la comarca, pero que lo haga con contundencia. La solución pasa por la construcción del dique flotante que nos daría capacidad para emplear a mil personas durante dos años y medio, y luego nos permitiría atender a otros mercados, como los gaseros de mayor porte, cruceros o portacontenedores. Tenemos que modernizarnos para competir de aquí a cuatro o cinco años. No podemos transmitir y transmitir, porque llega el año 2013 y seguimos transmitiendo. Esto tiene que venir acompañado de resultados. Y en un tiempo razonable pedimos resultados a la construcción del dique", recalcó Sinde, aunque sin concretar cuánto estima que debe durar ese "tiempo razonable".

Del encuentro con Juárez salieron los agentes laborales con un mensaje nada concluyente que, de momento, no parece tranquilizar a los trabajadores. "Esto que estamos haciendo es insuficiente", lamentaba José Martínez, delegado sindical de una empresa auxiliar y uno de los 130 trabajadores que el martes iniciaron una marcha a pie desde Ferrol hasta A Coruña para reclamar soluciones. "Los estudios dicen que la construcción del dique costaría unos 140 millones de euros y aquí el Gobierno reparte 6.000 entre la banca", protestaba.

"Hemos perdido 700 puestos de trabajo y, sin pedidos, en marzo y abril perderemos más. Navantia es el referente industrial de nuestra comarca y sin ella el futuro pasaría de ser negro a muy negro. Me preguntan si veo afectados a los políticos, pero cuanto más preocupado veo yo a Ferrol menos veo a los políticos", resumía Sinde con pesimismo.

El representante sindical advirtió de que la concentración en A Coruña no ha sido más que un "punto y seguido", y que el sector estudiará en próximas asambleas la posibilidad de acudir personalmente a órganos superiores en Santiago o Madrid si se desoyen sus demandas.

Marcha humana

En una flota de casi 70 autobuses, en coches particulares y, aunque menos, también a pie, los trabajadores del naval en Ferrolterra llegaron ayer A Coruña. Desde las 10.45 horas se plantaron ante la Delegación del Gobierno, custodiada por medio centenar de agentes de la Policía Nacional, y formaron una multitud de unas 5.000 personas.

La manifestación, que provocó colapsos de tráfico en los accesos a la ciudad y cortó la circulación en la avenida del Ejército, Linares Rivas y la plaza de Ourense casi dos horas, participaron delegados de la plantilla principal de Navantia y los miembros del comité de empresa, en el que están representados CCOO, CIG, UGT y USTG. Mientras estos dialogaban con Juárez, en la calle los trabajadores dejaban constancia de su angustia con pancartas y eslóganes reivindicativos. Queremos traballar, non mendigar y onde está que non se ve, ese dique do PP? fueron los más escuchados. La concentración fue pacífica, pero durante la hora larga que duró el encuentro entre los sindicatos y el delegado del Gobierno, alguna fruta, objetos de plástico y petardos fueron lanzados cerca de los agentes que custodiaban la marcha en un amplio despliegue policial,

De producirse antes la protesta de Navantia por la falta de trabajo, quizá el sector hubiera esquivado la crisis. Así lo cree el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, quien comentó ayer que si la marcha que los trabajadores de los astilleros de Ferrol y Fene hubiera tenido lugar hace tiempo, "a lo mejor" la empresa no estaría en la situación actual. "El problema de Navantia no acaba de surgir, sino que lleva seis años en los que no ha conseguido ni un solo pedido nuevo y ahora se recrudece y se concreta de forma preocupante".

Feijóo señaló que la crisis del sector naval gallego es un asunto "prioritario" para la Xunta pero lamentó la falta de facilidades para comunicarse con el anterior Gobierno central, que se caracterizó, en su opinión, por la "inacción e indolencia" en este asunto.

Sin anunciar medidas concretas, el jefe del Gobierno gallego señaló que la Xunta acompañará la necesidad de encontrar carga de trabajo para el astillero y sus empresas auxiliares, con implicación y con propuestas, pero señaló que no va a suplantar a la SEPI, titular del astillero, ni al Ministerio de Industria.

La protesta del naval también contó con el apoyo del BNG, cuyo portavoz nacional, Guillerme Vázquez, hizo acto de presencia en la concentración. "Apoyamos incondicionalmente a los trabajadores porque el sector es clave para Galicia, y exigimos a la Xunta y al Gobierno que adopten medidas de apoyo", comentó. El PSdeG también expresó su "apoyo" y "solidaridad" a las plantillas de Navantia desplazadas a A Coruña.