La prolongada sequía que vive Galicia desde la pasada primavera se ha convertido en un inesperado caldo de cultivo para los incendios forestales en pleno invierno. Desde la Guardia Civil y la policía autonómica reconocen un aumento de la actividad incendiaria en los montes de la comunidad desde principios de año, una circunstancia que tanto los agentes de seguridad como los meteorólogos atribuyen a la escasez de lluvias que caracterizó todo 2011 y se mantuvo este invierno. Este repunte de la actividad incendiaria en dos meses tradicionalmente de escaso riesgo se ha traducido en un espectacular aumento de las detenciones en el monte. Hasta ayer la Guardia Civil había imputado a 12 presuntos incendiarios mientras que la policía autonómica arrestó por el mismo motivo a 17 personas más. Los 29 detenidos en total hasta la fecha por su supuesta relación con incendios cuadruplican el balance de 2011 ya que, a estas alturas, las fuerzas de seguridad tan solo habían atrapado a siete presuntos incendiarios.

Aunque evidentemente el riesgo de incendio no es tan alto como durante el verano, la meteoróloga María Souto vincula este repunte incendiario al hecho de que "esté todo el monte seco" y a una "humedad relativa muy baja" que ronda estos días el 20% o el 30%, "muy propia del invierno madrileño pero no del gallego". "La gran particularidad de este invierno en Galicia está siendo sin duda la sequía. Está lloviendo muchísimo menos de lo habitual. Si fuera un invierno típico gallego, estaría todo encharcado y muy verde, por lo que el fuego no prendería", explica la técnico de MeteoGalicia, que reconoce que las condiciones meteorológicas de los últimos meses son "propicias" para la actividad incendiaria, ya sea intencionada o accidental.

Alertados por la escasez de lluvias que está caracterizando este invierno en la comunidad, la Guardia Civil decidió activar a partir de hoy la campaña de prevención de incendios, un operativo que, en circunstancias normales, no se inicia hasta la primavera, generalmente en el mes de abril. Este adelanto del dispositivo, una medida adoptada en coordinación con la Xunta y la Delegación del Gobierno, afectará solo a Galicia y supondrá la movilización a partir de este fin de semana de más de 4.000 agentes -el 75% de todos los guardias civiles destinados en la comunidad- para desarrollar labores de prevención e investigación de incendios.

Efectivos de la Policía Judicial, el Seprona (140 agentes) y del Servicio de Información de la Guardia Civil llevarán el peso de las pesquisas en los casos de incendio y a ellos se sumarán, de cara a la campaña de verano, refuerzos procedentes de otros puntos del país. En este sentido, el general jefe de la Guardia Civil en Galicia, Faustino Álvarez, advirtió de que "no escatimarán esfuerzos ni medios" para esclarecer todos aquellos fuegos que hayan sido provocados.

También la policía autonómica aumentará de forma especial los medios dedicados a la lucha contra el fuego este fin de semana. Fuentes de la Consellería de Presidencia explican que se ha constituido un "equipo policial específico" para reforzar el servicio sobre todo en Ourense (donde a la sequía se ha sumado en los últimos días temperaturas casi veraniegas) y en zonas de Santiago y Vigo. La unidad adscrita a la Xunta, con todo, lleva ya desde finales de enero volcada en esta tarea. Ante la sequía y tras detectar un repunte de los incendios en una época poco habitual, el cuerpo autonómico acordó "reforzar" el servicio ordinario dedicado a la lucha contra el fuego. A este esfuerzo en materia de prevención e investigación -que ha llevado, sostiene la Xunta, a que en la actualidad "gran parte de las patrullas estén dedicadas a esta labor"- atribuye los 17 detenidos por incendios este año así como la "disminución de la actividad delictiva" en los montes.

Precisamente ayer, la policía autonómica informó de la detención de seis incendiarios solo en los últimos días en Santiago, Mazaricos, Rianxo, Negreira, Ames y Bueu, que se suman al ganadero de Covelo sorprendido in fraganti el pasado miércoles y al que se acusa de haber provocado 17 incendios desde enero para lograr nuevos pastos.

También la Guardia Civil intensificó sus detenciones y son ya una docena los incendiarios arrestados por la Benemérita frente a los cuatro de 2011 o los seis que, por término medio, arrestó en estas mismas fechas en los últimos 13 años.

El ascenso de las temperaturas también parece haber azuzado a los incendiarios y ayer mismo se declaró el nivel máximo de alerta en un incendio en Zamora que avanzaba en dirección a Galicia, aunque por la tarde quedó extinguido.