No están dispuestas a cobrar menos para cobrar antes. Las empresas familiares gallegas no perdonarán ni un euro de las facturas que tienen pendientes de pago por parte de las administraciones gallegas, aunque eso se traduzca en un retraso a la hora de zanjar los impagos. Un día después de que los autónomos rechazasen presentar quitas en sus facturas en los concellos a cambio de cobrar antes, el presidente de la Asociación Gallega de la Empresa Familiar, Emilio Pérez Nieto, cuestionó el procedimiento que pondrá en marcha el Gobierno de Rajoy para que las administraciones salden la deuda con los proveedores. En el caso de Galicia, el volumen de recibos pendientes de cobro en los ayuntamientos ronda los 1.500 millones -640 millones adeudados a las constructoras y más de 800 a los autónomos y pequeñas empresas-.

"El planteamiento de la quita es impresentable. Es inmoral y facilita la economía sumergida", cuestionó ayer el presidente de la asociación de empresas familiares de Galicia. Según el real decreto aprobado hace una semana por el Gobierno, "el descuento ofertado sobre el importe principal de la obligación pendiente dará prioridad" a la hora de cobrar. Para Nieto, este procedimiento "raya la inmoralidad". "No se puede pedir una quita para agilizar el pago, ya existe una ley de morosidad que establece los plazos", advirtió el responsable del colectivo de empresas familiares gallegas. Y de la misma manera que los empresarios se enfrentan a multas si no cumplen la ley, Pérez Nieto urgió a la Justicia que "haga cumplir también la ley a las administraciones" si incumplen los plazos de pago.

En vísperas de la reunión de la comisión delegada de Asuntos Económicos para cerrar los flecos pendientes del plan de pago a los proveedores -del que previsiblemente se dará hoy cuenta tras la reunión del Consejo de Ministros-, los autónomos gallegos manifestaron a este periódico su disposición a renunciar a los intereses de demora si así lo decide el Gobierno pero se resisten a perdonar parte de su deuda a los concellos. "Sería injusto pedirnos nuevos sacrificios. Estamos al límite de la supervivencia", reconoció el presidente de la Federación de Autónomos de Galicia, Javier Pérez Bello. Mientras, el sector de la construcción teme tener que renunciar al 20% de la deuda para poder cobrar antes.