El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, justificó ayer por las "incertidumbres del juicio" el acuerdo extrajudicial alcanzado entre la Administración autonómica y la aseguradora de la planta química Brenntag de Caldas que ardió en 2006 y contaminó gravemente siete quilómetros del río Umia. Tras este pacto, la empresa abonará a la Xunta 5,5 millones por los gastos que en su día tuvo que afrontar el Gobierno gallego en obras de emergencia para frenar la contaminación y garantizar el suministro de agua potable a la comarca de O Salnés.

Tras el Consello, Feijóo confirmó el acuerdo y explicó que, "ante la inseguridad y la incertidumbre" de una sentencia y de las "causas" del incendio, se consideró "oportuno" asegurar "el cobro inmediato" de esos 5,5 millones de euros. Y es que la Xunta teme que el juicio dé una vuelta tras el informe de la Guardia Civil y del perito de la Administración autonómica que aseguraron en la vista oral que el accidente fue totalmente "fortuito". El presidente argumentó que estos 5,5 millones "palian los gastos en los que incurrió la Administración" para hacer frente al que se consideró como el mayor vertido contaminante en un río gallego.

En contra del acuerdo extrajudicial se mostró el PSOE, cuya portavoz de Medio Ambiente en el parlamento, Carmen Gallego, calificó el pacto como "impresentable".