La sequía de hoy anticipa los daños de mañana. Este pesimismo emana de las conclusiones de un informe de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) que alerta, por un lado, de los golpes "irreversibles" que sufrirá el rural gallego por el déficit de agua y, por otra parte, de los "perjuicios económicos" que tendrá que digerir el sector agropecuario de la comunidad.

El sindicato Unións Agrarias (UUAA) presentó ayer los resultados de un informe elaborado por el profesor de Edafología de la USC Francisco Díaz-Fierros en el que se pone de manifiesto que Galicia atraviesa "la sequía más grave de los últimos 70 años" y que puede provocar "daños irreversibles".

"Si en el mes de abril no llueve, podríamos estar hablando de daños irreversibles para praderas, con el consecuente incremento de los costes de producción", señala el secretario general de UUAA, Roberto García, de forma que los "perjuicios económicos" provocados por la sequía "pueden ser mucho mayores" que los provocados directamente "por la falta de forraje".

Según las conclusiones de este estudio, las tendencias de evolución del clima en Galicia en los últimos 30 años "apuntan hacia una disminución significativa estadísticamente de las precipitaciones en los meses de febrero, marzo y abril". El autor del informe advierte de que, de confirmarse esta tendencia, "situaciones de déficit hídrico como la que se está padeciendo en este año serían mucho más frecuentes e intensas en el futuro".

El secretario general de UUAA afirmó también que "en las últimas ruedas de prensa de la Xunta y del Ministerio de Agricultura" se están anunciando "posibles medidas" para ayudar a los agricultores y ganaderos que, en la práctica, "no pueden aplicarse". Según Roberto García, no puede producirse un adelanto del pago del PAC, porque "Bruselas no lo permite" y ningún anticipo llegaría antes del mes de noviembre, y tampoco "existen medidas de carácter financiero", dado que los únicos ganaderos que tienen acceso a créditos bancarios en este momento son los que pueden acreditar su solvencia y, por lo tanto, "no necesitan el dinero".