La reaparición de la lluvia, tan esperada en Galicia después de 13 meses consecutivos de sequía y con las reservas de los embalses bajo mínimos, no caerá como una bendición en todos los puntos de la comunidad. En las Fragas do Eume el devastador incendio que arrasó el pasado fin de semana 750 hectáreasFragas do Eumeincendio -370 de ellas en pleno corazón del último bosque atlántico de Europa- obliga a esperar la lluvia con más preocupación que esperanza. Y es que edafólogos, ecologistas y expertos en incendios alertaron ya la semana pasada de los perjuicios que podrían tener unas precipitaciones especialmente intensas sobre la zona arrasada.

La erosión del terreno afectado por las llamas y el efecto arrastre de las cenizas, que podrían contaminar el río Eume , son las consecuencias más temidas. La lluvia caída la semana pasada no fue muy intensa y según explicó ayer el conselleiro de Medio Ambiente las analíticas realizadas por la Xunta no hallaron evidencias de arrastres. Pero las previsiones meteorológicas para esta semana obligan a encender de nuevo las alarmas. Agustín Hernández explicó ayer que la afección severa del incendio fue "en algunos puntos, y sobre todo en el Ayuntamiento de Monfero", en el suelo, sotobosque y maleza. Por ello, incidió en que ya se está articulando un "esquema" destinado a evitar el arrastre a causa de la acción de las lluvias, una primera fase durante la que habrá que "actuar inmediatamente" y con los medios propios de la consellería, si bien, matizó, incluso se podría contar con "alguna aportación externa".

Y es que el buen tiempo tiene los días contados. Hoy mismo, según MeteoGalicia, la comunidad volverá a lo que es la "configuración normal", climatológicamente hablando, del mes de abril y la primavera: inestabilidad, lluvias ligeras e intermitentes y temperaturas que harán reconsiderar volver a rescatar el abrigo, con unas máximas entre los 12 y los 13 grados.

Lo que tienen claro los meteorólogos es que la playa tendrá que esperar. Tras la situación anómala de buen tiempo que se vivió el pasado mes, que la Aemet calificó de "muy cálido" en la comunidad, sobre todo entre los días 26 y 28, cuando las máximas superaron los 25 grados e incluso algunas áreas rozaron los 30, todo apunta a que abril será más fresco y lluvioso.

La situación cambiará a partir de hoy en todo el país y Galicia no será una excepción. Un sistema frontal con vientos del Norte penetrará por la mañana en la comunidad, acompañado por frío y una situación de inestabilidad que provocará que el resto de la semana los cielos estén nublados y se produzcan precipitaciones ligeras, "no importantes", que se van a mantener de forma "intermitente". Probablemente los chubascos se harán más persistentes el fin de semana.

No obstante, lo que más se notará será el descenso de las temperaturas, que retornan, explican desde la agencia meteorológica dependiente de la Xunta, a "valores más propios de la primavera", con temperaturas que podrán alcanzar los 12 o 13 grados, y "no los 18 de estos días". La cota de nieve, que se situará esta mañana en los 1.400 metros, por la tarde ya habrá descendido a los 1.300.

Pese a este cambio de tendencia, todavía no está claro que se cumpla el refrán de que en abril, aguas mil. A medio plazo, la posibilidad de que llueva el fin de semana es del 90%. Sin embargo, para el lunes y el martes que viene las apuestas bajan hasta el 30 y el 50%. Con todo, desde MeteoGalicia confían en que las precipitaciones "ayuden a mitigar la escasez" de agua que arrastran los embalses desde marzo de 2011, una de las sequías más duras de su historia, más por su intensidad que por su duración.

"Para que los embalses se pongan al día todavía tendría que llover bastante más. De todos modos, serán unas precipitaciones bienvenidas", subrayan desde MeteoGalicia, que lanzó ayer dos alertas: amarilla (en las Rías Baixas) y naranja (en A Coruña y Lugo), para hoy y mañana por mar de fondo.