El proyecto de ley de montes de Galicia arrancó ayer su trámite parlamentario entre críticas de la oposición a un texto que tildan de "ideológico" e "incendiario". La conselleira do Medio Rural, Rosa Quintana, destacó que la norma nace tras más de dos años de trabajo y debate en el Consejo Forestal, por lo que tiene "espíritu de apertura" con el fin de "dinamizar" el monte gallego. En esta línea, enumeró los objetivos de la Xunta como el fomento de los aprovechamientos de los recursos del monte mediante herramientas como las sociedades de fomento forestal, la lucha contra el abandono, el impulso de la reinversión de los beneficios y la "corrección" del minifundismo.

Frente a esto, las portavoces del PSdeG y el BNG, Sonia Verdes y Tereixa Paz, reclamaron la devolución del texto y su sustitución por otro alternativo, respectivamente; pero los votos del PP rechazaron sendas enmiendas.

"Se racionalizan las franjas de protección", resaltó Quintana, sobre el cambio que supondrá rebajar de 100 a 50 metros la franja en torno a edificaciones en la que la vegetación debe estar "controlada" y de 50 a 30 un segundo perímetro en el que no puede haber especies pirófitas, como pinos y acacias. Por ello, Sonia Verdes tildó la ley de "incendiaria" y "para quemar Galicia", pues "acerca el fuego a las casas" con la reducción de las franjas de protección.