El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, desveló ayer el alcance del recorte que el Gobierno gallego tendrá que aplicar a los presupuestos de este año como consecuencia de la aplicación del plan de reequilibrio enviado al Ministerio de Hacienda para cumplir con el objetivo de défict público, que está fijado en un 1,5% del PIB regional. La capacidad de gasto se tendrá que rebajar en 69 millones de euros, lo que representa el 0,4% del total que deben reajustar el conjunto de las comunidades autónomas, cuyo importe asciende a 15.440 millones. Al ser tan escaso el recorte del gasto, Feijóo aseguró que no tendrá que "pedir ayuda" a los ciudadanos, al contrario de lo que sucede en otras autonomías, como Cataluña, que propone cobrar 5 euros por día de estancia en un hospital.

A la conclusión del Consello, el presidente argumentó que la necesidad de ajustarse al límite del déficit público coloca a Galicia en una situación "difícil, pero más cómoda que otras comunidades", debido al "esfuerzo continuado" de los últimos tres ejercicios y a que el pasado año solo superó por tres décimas el objetivo del déficit (un 1,6% sobre el 1,3% establecido), lo que le permitió situarse punto y medio por debajo de la media autonómica.

El presidente sacó pecho por solo tener que recortar en 69 millones de euros la capacidad de gasto presupuestario, cuando otras comunidades, como la catalana y la andaluza, deberán ajustar 4.400y 2.500 millones, respectivamente.

Ante este escenario, Feijóo aseguró que los gallegos no tendrán que aportar una ayuda extra para compensar las arcas públicas, como podría ser por la pernocta o los menús en los hospitales, pero que si la situación hubiera sido otra, a lo mejor habría que plantearse el copago por servicios no clínicos. "Pero no vamos a pedir ayuda porque hicimos los deberes entre todos", concluyó.

En todo caso, precisó que el recorte es, por el momento, solo una propuesta remitida al Ministerio de Hacienda que aún no ha sido aprobada. Solo cuando sea ratificada, un miembro de la Xunta explicará el alcance del plan del reequilibrio y precisará las partidas que resultarán afectadas, de las cuales ayer no avanzó ninguna.

Preguntado por su negativa a comparecer en el Parlamento para explicar cómo se aplicarán los recortes en sanidad y educación impulsados por el Gobierno de Rajoy, Feijóo replicó que ha lo hizo en el debate sobre el estado de la autonomía y que la oposición, a pesar de que tiene oportunidad cada quince días, no le pregunta por ello en la sesión de control parlamentaria. En todo caso, aseguró que es el Gobierno central, como responsable, quien los está explicando.

También habló sobre la petición del PSOE para que adelante las elecciones gallegas a este otoño, en lugar de agotar la legislatura. "El problema de Galicia es el paro y no la fecha de los comicios, que es un tema que ni está en la agenda ni sobre la mesa ni forma parte de las prioridades de los gallegos", dijo.

Además, añadió que es un "problema interno del PSOE" y sugirió que la petición de adelantar las elecciones es porque Manuel Vázquez quiere evitar las primarias en su partido -para eligir al candidato a la Xunta y que, previsiblemente, se celebrarían tras los congresos provinciales de junio- y porque detrás hay "alguna causa inconfesable".

Feijóo también aprovechó para mostrar su agradecimiento por los "pasos" dados para agilizar el tren de alta velocidad en Galicia y hacer un "balance positivo" del compromiso del Gobierno central, cuyos fondos destinados "en cuatro meses" de legislatura ha cifrado en más de 2.100 millones de euros -con 1.010 millones en licitaciones y otros 1.133 en adjudicaciones de obras, aclaró-.