Velocidad excesiva en las carreteras secundarias. La principal causa de los accidentes de tráfico en Galicia será abordada por la DGT. En la semana en que Tráfico puso en marcha una campaña para vigilar la red de vías secundarias, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, anunció que su departamento estudia modificar los límites de velocidad. Esta reforma supondría reducir de 100 kilómetros hora a 90 la velocidad máxima fijada para las carreteras convencionales, en las que ocurren ocho de cada diez accidentes mortales, y subirla a 130 km/h en autopistas. "Solo está abierta a reflexión la posibilidad de reducir la velocidad máxima en las secundarias y, en su caso, incrementar algo en las autopistas", avanzó ayer Fernández Díaz durante la presentación de una campaña contra el consumo de drogas al volante.

En la actualidad el límite en autovías y autopistas en España está en 120 km/h, mientras que en carreteras secundarias es de 100 km/h para las que tengan un arcén pavimentado de 1,5 metros o más de anchura o más de un carril para alguno de los sentidos de circulación, y de 90 km/h para el resto.

Riesgos

Galicia, con más de 15.000 kilómetros de carreteras autonómicas y provinciales, será una de las más "beneficiadas" por esta posible revisión, según apunta el jefe de Tráfico en A Coruña y coordinador de los centros territoriales de Galicia, Pedro Pastor. "Unificar a 90 kilómetros hora la velocidad en las vías convencionales ayudaría a rebajar los accidentes. La mayoría se producen por exceso de velocidad y distracciones, con lo que a menos velocidad habría más margen para reaccionar y corregir una situación de riesgo", sostiene el responsable de la DGT en la comunidad. Sobre el incremento en autopistas a 130 kilómetros por hora, una limitación que ya se aplica en países del entorno, Pastor reconoce que el aumento de riesgo sería menor que si esa misma subida en 10 km/h se aplicase en una carretera secundaria. Una opinión de la que se hacía eco horas antes el ministro del Interior: "Un ligero incremento de la velocidad máxima en autopistas y autovías no tendría tanta incidencia (en las cifras de accidentalidad)".

Desde el colectivo Stop Accidentes, su presidenta, Ana Rovella Reig, celebró la propuesta de Interior sobre la reducción de velocidad en las carreteras secundarias ya que "conllevará" una la reducción de víctimas.

Y es que las distracciones en carretera y las infracciones de la norma tiene consecuencias graves, más aún si se comentan en vías secundarias. Y más todavía si en carreteras convencionales de la comunidad. Las estadísticas de la DGT así lo revelan: el 75% de los accidentes mortales en España se producen en este tipo de vía; un porcentaje que en el caso de Galicia se eleva al 81%.

Ya en el año 2008, el Ministerio de Fomento reconocía que los límites de velocidad actuales no se adecuan a las características de algunas carreteras y por eso encargó un estudio para modificar el actual modelo, vigente desde los años setenta. Ya entonces, el departamento que dirigía José Blanco preveía una revisión al alza en las carreteras cuyas obras de mejora ejecutadas en los últimos años permitiesen ampliar el límite de velocidad. Pero la previsión también era que los límites específicos en vías secundarias y provinciales también fuesen penalizados en los tramos con curvas peligrosas, pasos de peatones o alta intensidad de tráfico. También el anterior director de Tráfico, Pere Navarro, planteó la posibilidad de reducir la velocidad en todas las vías secundarias a 90 kilómetros por hora. A las propuestas del anterior Gobierno se suma ahora la del actual ministro del Interior, que considera que "hay bastante consenso" en la sociedad sobre la necesidad de cambiar los límites de velocidad y ha confirmado que su departamento baraja una reforma para ampliar la diferencia entre el límite de las carreteras secundarias y las autopistas y autovías.