El BNG está dispuesto a practicar la desobediencia civil y dejar sin efecto la supresión de la extra de Navidad a los empleados públicos de los ayuntamientos en los que gobierna. El portavoz nacional del Bloque, Guillerme Vázquez, anunció ayer la "voluntad contundente" de su partido de abonar la paga extraordinaria a los empleados públicos de sus concellos, ya que, a su juicio, la supresión de esta retribución es "injusta e inútil" y provocará la "crisis de los tejidos económicos locales".

Tras mantener una reunión de trabajo con portavoces municipales, alcaldes y parlamentarios del Bloque para abordar medidas contra los recortes anunciados por el Gobierno, Vázquez mostró su "oposición contundente" a la "reducción del poder adquisitivo de los funcionarios", al considerar que "afectará muy negativamente a pequeñas y medianas empresas, al tejido económico de los ayuntamientos y al pequeño comercio".

"Eliminar la paga extra es una medida profundamente equivocada. A escala local, agravará aún más la crisis", sostuvo el dirigente nacionalista.

En este sentido, Vázquez anunció la "voluntad" de su formación de abonar la paga extra a los empleados públicos en los municipios donde la formación nacionalista "tenga responsabilidades y pueda hacerlo".