Ni siquiera en la distancia los gallegos se libran de los recortes. Desde que España empezó a sufrir los efectos de la crisis, las partidas económicas que la Xunta destina cada año a los emigrantes, sus asociaciones en el exterior y a gallegos y familiares con proyectos de retorno se han reducido un 30%. En el año 2009, el Ejecutivo autonómico movilizó un total de 5,3 millones de euros entre las cuatro principales líneas de ayuda dirigidas a la diáspora pero según las convocatorias publicadas en el DOG en 2012 la cuantía para este ejercicio se reducirá a 3,72 millones.

Aunque la situación de muchos gallegos en la diáspora ha empeorado debido a la crisis y a decisiones como la del Gobierno argentino de dejar de pagar en dólares las pensiones y ayudas del extranjero con la consiguiente devaluación, la Secretaría Xeral de Emigración también ha tenido que meter la tijera en las dos líneas pensadas para auxiliar a los emigrantes más necesitados. El programa de ayudas individuales a residentes en el exterior tendrá para 2012 una partida de 2,1 millones frente a los 2,3 de hace cuatro años. Pese a todo, el recorte de un 8,7% en este programa -el de mayor dotación de todos los que convoca la Xunta para la diáspora- es mucho menos drástico que el que sufren otras subvenciones, precisamente, porque van dirigidas a emigrantes gallegos y algunos de sus familiares en situación de precariedad económica o con dificultades para cubrir necesidades básicas de alimentación, asistencia socio-sanitaria o circunstancias de carácter grave.

En cuanto a las ayudas extraordinarias dirigidas a emigrantes retornados y sus familiares (cuyo objetivo es ayudar a gallegos de la tercera edad y con pocos recursos a hacer frente a los gastos extraordinarios que supone el regreso a Galicia, incluido el traslado de enseres, la traducción y legalización de documentos o el propio viaje) pasan de los 200.000 euros previstos en 2009 a los 70.000 de este año, es decir, una caída del 65%.

Con todo, son las asociaciones de emigrantes (un grupo en el que se incluirían los centros gallegos, las agrupaciones culturales y los colectivos de emigrantes de todo el mundo) las que han sufrido los mayores ajustes. Las subvenciones para diversos programas en favor de las comunidades gallegas en el exterior y las ayudas de apoyo infraestructural, pensado para subvencionar obras, compra de equipamiento y trabajos de ampliación y reforma en las instalaciones de estas entidades, tenían reservados en 2009 una partida global de 2,8 millones de euros. Pero para este año, Emigración solo ha presupuestado 750.000 y 800.000 euros, respectivamente, para sufragar estos programas. Las primeras, dirigidas a entidades sin ánimo de lucro para la prestación de servicios sociosanitarios, proyectos culturales o formativos, publicaciones para la diáspora, programas juveniles y gastos de funcionamiento, el recorte será del 25%. En cuanto al programa de apoyo para infraestructuras cae un 55,6% respecto a 2009.

Además, Emigración también dispone de alguna otra línea menor dirigida a la diáspora, como las ayudas para situaciones de emergencia social pensadas para paliar situaciones "sobrevenidas y no previstas" que afecten a emigrantes sin recursos y tengan su origen en desastres naturales o de carácter sanitario, social o asistencial.

Pero tampoco este capítulo se libra de los recortes, ya que si en el año 2009 este programa contaba con una partida de 40.000 euros, este año solo tendrá 15.000.

La amplia colonia de emigrantes gallegos que hay repartida por todo el mundo llevó a la Xunta a impulsar hace más de una década los primeros programas para ayudar a reencontrar a la diáspora con sus familiares y su tierra natal. El catálogo de ayudas y viajes subvencionados dirigidos a la emigración se fue incrementando progresivamente pero este año el abanico donde elegir se reducirá. La primera víctima de los recortes presupuestarios que tendrá que acometer la Secretaría Xeral de Emigración en 2012 será, probablemente, el programa Ven a Galicia, ben en Galicia, impulsado en su día por el bipartito para traer a la comunidad a emigrantes mayores de 60 años afincados en otros puntos del país o de Europa y ofrecerles durante su estancia actividades de convivencia y culturales. Fuentes de Emigración reconocen que "se están planteando eliminar" el programa, uno de los que "menos demanda tiene", aseguran. "Hay que aplicar recortes y es mejor tocar los programas menos solicitados para preservar aquellos que sí tienen una gran demanda y están pensados para emigrantes en una situación económica delicada", aducen desde la Secretaría, que añade que incluso antes de la crisis ya se había reducido el número de plazas debido a la baja demanda y a que cada vez había "más repetidores" entre los solicitantes.

La Xunta, en cambio, reeditará dos de sus programas de viajes más exitosos: Reencontros na casa (para residentes en América de 55 años o más que tengan familiares en Galicia y pocos recursos) y Reencontros na terra (que incluye la estancia en una residencia y está dirigido a jubilados afincados en América que lleven 15 años o más sin viajar a Galicia). El primero adjudicó ya casi todas las plazas ofertadas (241) y el plazo de inscripción para el segundo aún está abierto.