Hasta "ver bien" el texto definitivo de la orden con el que el Ministerio de Sanidad pretende cobrar a los inmigrantes ilegales por la atención médica, el presidente de la Xunta prefiere no desvelar qué pasará con ellos en Galicia. Aunque Alberto Núñez Feijóo avanza que él, en su día presidente del Instituto Nacional de Salud, es "no partidario de disminuir la asistencia". "Lo que sí me parece correcto es establecer algunas cautelas o algunas necesidades en materia de fármacos y otras". Su intención es analizar "qué resquicio legal" dejará la norma "y en base a eso actuaremos".

El máximo responsable del Ejecutivo autonómico destaca en una entrevista a Europa Press el "escaso" peso de los sin papeles en la comunidad, apenas un 3% sobre el total de la población. Eso sí, Feijóo rechaza el debate de "faraseísmo" que lleva a "hablar primero de inmigrante e ilegal y después sostener que lo ilegal tiene que ser igual a lo legal". "No nos olvidemos que esto es la UE y hay unas reglas, de la misma forma que hay países como Alemania o Austria donde esto no se plantea. Si no llevas la tarjeta de la UE, tienes que pagar y no somos ilegales, simplemente turistas", aduce.

Con matices apuesta el presidente por el mantenimiento de la prestación de 400 euros a los parados sin otros ingresos. "Vamos a ver cuál es la situación de nuestro país, pero si puede pagarla, sin duda que la prorrogue", dice. De nuevo culpa Feijóo a la gestión socialista ya que esa prestación no estaría en cuestión con un "déficit público del 6%". "El problema que hay aquí es el problema de administrar la miseria y de eso, honradamente, creo que no es responsable al que le han dejado la miseria, sino el que la ha provocado", critica.

En cuanto a la reducción planteada en el Parlamento gallego de 75 a 61 diputados recuerda que podría hacerse por trámite de urgencia, basta con cambiar los números sobre el papel. "Me da la impresión que no se tarda mucho entre una cosa y otra", adelanta Feijóo, como primer paso para una reducción mayor que llegará también a las subvenciones a los partidos, "en torno a un 25%", y critica los "malintencionados" reproches de búsqueda de ventaja de cara a las elecciones para el PP. "Con 61 escaños no hubiese cambiado ningún Gobierno en los últimos 30 años de la Xunta", afirma.

Por lo que deja entrever, Feijóo le da vueltas a la fecha electoral. "Lo diré cuando lo tenga decidido", asegura aunque avisa que el calendario tiene que ser apretado y "cuanta menos interinidad mejor". "El próximo Gobierno no puede tener mes y medio para conformarse y no se puede perder tiempo en periodos preelectorales y campañas", dice.