Hace dos semanas los sindicatos del sector de la función pública lanzaban la voz de alarma ante la estrategia legal del Gobierno para poder despedir a personal fijo de la Administración, medida contemplada en un borrador que todavía no ha sido aprobado. Su objetivo es adelgazar el coste que supone para el Estado y el resto de administraciones pagar las nóminas de los empleados públicos y así lograr cuadrar las cuentas hasta el 6% de déficit público exigido por Bruselas para este año. Un total de treinta y cuatro concellos gallegos contribuyen especialmente a engrosar esa factura ya que destinan solo a pagar salarios más de la mitad de todos sus ingresos.

Esto se traduce en que, de cada cien euros que llegan a sus arcas bien sea a través de impuestos, bien sea a través de transferencias realizadas por el Gobierno central o la Xunta, más del 50% se destina a las nóminas de sus trabajadores, cifra que en algún caso roza el 70%, más del doble de lo que se come esta partida en las siete grandes ciudades.

La mayor parte de los concellos con esta losa en forma de salarios apenas pasan de los 10.000 habitantes: solo superan ese umbral siete de esos treinta y cuatro municipios, de acuerdo con la liquidación provisional de las cuentas de 2011 hecha pública por el Ministerio de Hacienda, que carece todavía de los datos de algunos municipios.

A la cabeza de la lista se sitúa el concello pontevedrés de Cangas, que no solo es el que más población tiene de los 34 mencionados -26.121 habitantes-, sino también el que más se gasta en nóminas. El año pasado abonó 8,2 millones de euros en salarios a pesar de que ingresó poco más de 12, es decir, dedicó a pagarle a su personal casi siete de cada diez euros ingresados.

Cuenta con una plantilla de 284 trabajadores aunque prevé reducir 54 en una década.

En estos porcentajes se mueven también los ayuntamientos de Xinzo de Limia, en Ourense, y Barreiros, en Lugo, con un 68,4% y un 67%, respectivamente. El primero pagó 613.000 euros en sueldos de los 896.000 que llegaron a sus arcas y el segundo, 2 millones de euros de los poco más de 3 que ingresó.

Las estadísticas que maneja el departamento que dirige Cristóbal Montoro revelan que es Lugo la provincia gallega con más municipios que se gastan más del 50% de sus ingresos en su personal, con diez concellos en este grupo.

Se trata, además de Barreiros, de los ayuntamientos de Guitiriz, Carballedo, Navia de Suarna, As Nogais, Ourol, Palas de Rei, Pedrafita do Cebreiro, A Pobra do Brollón y Taboada. De todos ellos, solo el primero supera los 5.000 habitantes.

En el otro extremo se sitúa A Coruña, la provincia que menos ayuntamientos incluye en esta lista -Betanzos, Irixoa, Boqueixón, Cee, Corcubión y Ortigueira- aunque también aporte uno de los de mayor población: Betanzos, con 13.500 habitantes.

Pontevedra acoge otros nueve casos: el ya citado de Cangas, además de Bueu, Crecente, Moaña, Mos, Silleda, Campo Lameiro, Vilanova de Arousa y el pequeño municipio de Mondariz-Balneario, con apenas 730 vecinos.

Se trata del mismo número de concellos de esta clasificación que hay en la provincia de Ourense. Allí supera el 50% de ingresos destinado a salarios Xinzo, Baños de Molgas, Castro Caldelas, Gomesende, A Gudiña, Xunqueira de Espadañedo, Maceda, A Pobra de Trives y Trasmiras.

El peso del capítulo de nóminas respecto a los fondos que llegan a las arcas municipales en estos 34 concellos choca con los que sucede en las ciudades, donde solo Ferrol y Lugo superan el 30%.

El resto de las grandes urbes gallegas se encuentra por debajo. A Coruña, con 235 millones de ingresos, se gasta 65 en salarios. Una cifra similar a la de Vigo, que ingresa 3,6 veces más dinero (239 millones de euros) de lo que aporta al capítulo de personal: 65.

En la actualidad los trabajadores al servicio de entidades municipales ascienden a 31.043, según los últimos datos disponibles del Ministerio de Hacienda, a los que hay que añadir otros 30.345 que lo hacen en Galicia para la Administración general del Estado. La cifra supone un incremento respecto al inicio de la crisis, a pesar de los intentos de muchos municipios por contener esta partida de gasto.

Si en el año 2008 eran 29.856 las nóminas pagadas por los concellos, un año después la cantidad subió a 30.239. En 2010 se situó en las 30.404 y en julio del ejercicio pasado en 31.045, último dato oficial disponible.

El grueso del empleo público lo asume la Xunta con casi 90.000 de los 154.000 trabajadores públicos que existen en Galicia en nómina, según las estadísticas del Ministerio de Hacienda. La Encuesta de Población Activa, en cambio, cifra el número de empleados al servicio de todas las administraciones -incluyendo funcionarios, fijos, discontinuos...- en cerca de los 200.000.