Los concellos tienen que volver a echar mano de la calculadora para reducir aún más sus gastos tras los recortes de los fondos que les transfiere cada mes el Estado. Excepto las ciudades que confían en salir del paso con pequeños ajustes debido al volumen de sus presupuestos, los ayuntamientos gallegos dan por hecho que con la rebaja en torno a un 10% de los fondos mensuales que reciben del Gobierno tendrán que reducir servicios e inversiones. Ayudas a domicilio, guarderías, bibliotecas, ludotecas, limpieza de jardines, tareas de mantenimiento... se verán afectados por el tijeretazo del Ejecutivo de Rajoy en las entregas a cuenta. Una partida que se calcula en función de las previsiones de ingresos del Estado por los impuestos, pero que en julio se rebajó de los 68,5 millones que recibían cada mes las administraciones locales gallegas a 61,9, -6,5 millones menos-.

Algunos regidores ya han dado la voz de alarma. La prestación de los servicios básicos peligra con este nuevo recorte, que se suma al tijeretazo de casi el 70% en los fondos de cooperación local de este año y a la reciente subida del IVA. Así lo advierte el alcalde de Betanzos, José Ramón García (PSdeG): "Los concellos somos el último eslabón institucional, nos aplican recortes por todos los lados. Este último nos hará difícil mantener los servicios básicos; como nos recorten más llegaremos a una situación no deseable".

En la misma línea, la alcaldesa de Bergondo (PSdeG), lamenta que sean los ayuntamientos la administración que más sufre los recortes dictados por Madrid y urge que los concellos sean informados de los planes de ajuste del Estado para poder afrontar "con garantías" el ejercicio y elaborar presupuestos "acordes con la realidad".

Desde el ayuntamiento coruñés de Curtis, su alcalde, Javier Caínzos (PP), reconoce que el efecto inmediato de este recorte es el "reajuste de partidas y planes". "Aunque no tendrá un fuerte impacto, habrá que hacer una reestructuración, como dejar de hacer obras", expone Caínzos.

También el Concello de Abegondo tendrá que hacer ajustes tras este recorte en las transferencias del Estado, según reconoce su alcalde, José Santiso Miramontes (PP), que deja claro que "os servicios básicos quedan "absolutamente garantizados".

Ciudades

Las ciudades gallegas, pese a ser las que porcentualmente tienen que asumir los mayores efectos por el recorte de las transferencias del Estado -un 13,5%- apenas tendrán que tocar las partidas de gastos para hacer frente a la merma de ingresos. A Coruña, Santiago, Pontevedra y Ourense descartan hacer nuevos ajustes. Vigo deberá hacerlos porque, según cuestiona el alcalde, Abel Caballero, deberá que aplicar en los cinco meses que quedan de año el recorte para todo 2012. "El ajuste final será de 1,2 millones que se conseguirá aplazando partidas de gasto al próximo año", exponen desde el Concello. Un cantidad que se conseguirá con la ampliación de cinco a diez años del plazo para saldar las liquidaciones negativas con el Estado.

Es precisamente este aplazamiento en el pago de la deuda correspondiente a 2008-2009 lo que permitirá al Ayuntamiento de A Coruña no tener que meter la tijera a sus presupuestos a pesar de que dejará de percibir cada mes 600.000 euros en transferencias del Estado.

En el caso de Santiago, los ajustes llevados a cabo esta legislatura -recortes de gasto corriente y publicidad, reducción de dedicaciones exclusivas y del número de asesores así como la supresión de las pagas extra a todo el personal laboral y de las dietas- evitarán que tenga que recortar más gastos o suprimir servicios, según aseguran desde el Concello compostelano.

Desde Culleredo, su alcalde, Julio Sacristán (PSdeG), lamenta que el Estado trate a los regidores como "adivinos" de los recortes que vaya a impulsar. "Esto lleva a una situación de inestabilidad para los concellos porque nunca saben a ciencia cierta con qué fondos cuentan", apunta Sacristán que asegura que tendrá que reducir servicios e inversiones si el Gobierno no le abona dos millones de euros pendientes de pago por la ejecución de planes europeos.

El alcalde Moaña, José Fervenza, también da por hecho que este reajuste de las entregas a cuenta les obligará a "apretarse el cinturón", aunque defiende que es necesario porque -asegura- "estas medidas tienen como objetivo crear puestos de trabajo". "Habrá que recortar en gastos superfluos y sobre todo en los gastos que generamos los propios políticos", sostiene Fervenza.

El regidor de Cangas, Enrique Sotelo (PP), tacha de "negativa" la reducción de fondos del Estado porque los concellos prestan cada vez más servicios. No obstante, considera que "todo el dinero es necesario en el momento actual".

El vicepresidente primero de la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) y alcalde de O Barco, Alfredo García (PSdeG), asegura que la mayoría de concellos podrán hacer frente a este rebaja de los fondos del Estado reduciendo gastos, pero advierte de que tendrán que suspender más servicios si los recortes continúan en 2013. "Estamos tocando fondo y aunque la mayoría de concellos resistirá este nuevo golpe del Gobierno central, la situación será insostenible si se imponen nuevos recortes", sostiene García.

En la misma línea, desde Presidencia de la Fegamp aseguran que, a día de hoy, los ayuntamientos tienen margen para acometer estos ajustes: "Se trata de priorizar. O reduces gastos o aumentas ingresos". Algunos de los mecanismos con los que los concellos pueden hacer frente a esta rebaja de los fondos del Estado, apuntan desde el órgano de poder local, son los ingresos extra generados este año con la subida del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), el fondo de liquidez del Gobierno para el pago a proveedores, así como el aplazamiento del pago de la deuda municipal de cinco a diez años o la posibilidad que ofrece por primera vez el Fondo de Compensación Ambiental de destinar el 30% de la partida a gasto corriente.