Como cualquier empresa o persona particular, la Xunta también tomó medidas para eludir en lo posible la subida del IVA que entró en vigor el pasado día 1. Por esta razón, el Gobierno gallego aprovechó el mes de agosto para, de modo excepcional, anticipar la certificación de obras -acto administrativo por el que se da conformidad a un trabajo y se compromete el pago efectivo de su importe- por 92 millones de euros y así evitar el impacto, de realizar la certificación en septiembre, de la subida del IVA.

Esta actuación, como ayer reconoció el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, al término del Consello, permitió a las arcas autonómicas un ahorro de 3 millones de euros, cantidad que habría que pagar adicionalmente por el IVA si las obras se certificaran este mes.

"Pagar a tiempo siempre es rentable, tanto para las administraciones como para los proveedores", destacó el titular del Ejecutivo gallego. Pero hay otra razón, también anunciada por Feijóo, que es la de poder mantener en 50 días la demora media en el abono de las facturas. Así, el "esfuerzo adicional" de pagos en el mes de agosto supuso el desembolso de un total de 150 millones de euros para pagar facturas que llevaban más de 50 días en el cajón de la Xunta.

De estos 150 millones, 92 se destinaron a la certificación de obras públicas, 40 a organizaciones que prestan servicios sociales y el resto, a pequeños proveedores que sumaban en total unas 4.000 facturas.

"Así, Galicia se mantiene como la comunidad autónoma que mejor paga a sus proveedores, con el objetivo de que estos sean lo menos castigados posible por la falta de liquidez de las administraciones públicas y las crisis", declaró el presidente de la Xunta.

El poder atender los compromisos en un "plazo razonable" y mantener la demora media en 50 días es, para Feijóo, consecuencia de "no gastar más de lo que se tiene" y la prueba que demuestra, añadió, que la comunidad no se verá obligada a recurrir a "procedimientos atípicos" para lograr liquidez, como sería el recurrir al fondo especial que el Gobierno ha creado para respaldar a las comunidades autónomas con problemas de tesorería.

En esta línea, señaló que el "prestigio" de la Xunta en "los mercados de deuda" le permite ser "la única comunidad" que en este año ya ha colocado la mitad de la deuda autorizada por el Consejo de Política Fiscal y Financiera, mientras que otros territorios no pueden hacerlo por los altos intereses que le reclaman.

"Fruto de este trabajo continuado, que incluye hacer presupuestos realistas y cumplir las obligaciones, hoy Galicia ha pedido cero euros al fondo de rescate de las autonomías y sigue siendo la comunidad más solvente", destacó el presidente de la Xunta.

"Tener las cuentas en regla no es solo un objetivo en sí mismo, sino que ayuda a generar confianza, ayuda sin ninguna duda a decidir inversiones extranjeras en la comunidad, y a recuperar la economía de Galicia", añadió tras concluir el Consello.