De peso pesado en el PSOE y candidato en muchas quinielas para capitanear el nuevo rumbo del partido en Galicia, Francisco Caamaño se ha quedado sin apenas apoyos de su familia política. La confección de la lista por A Coruña ha colocado al exministro, proclamado hace tan solo tres meses líder del PSdeG en la provincia con el 58% de los votos, en la diana de sus compañeros de filas. Lo que para sus detractores es una candidatura "sectaria" en la que incluso sacrificó a estrechos colaboradores, para sus -ahora escasos- afines se trata de una apuesta por la renovación. Y lo que unos interpretan como pulso al secretario xeral y candidato a la Xunta, Manuel Pachi Vázquez, con amenaza de dimisión incluida -aseguran- si no se acataba su propuesta, otros mantienen que durante el proceso hubo conversaciones con la dirección gallega para pactar una candidatura que no abriese una brecha entre territorios y en la que estuvieran representadas todas las tendencias.

Hasta el último minuto, Pachi dejó hacer al cabeza de lista por A Coruña, quien en el congreso del pasado marzo le dio su apoyo como candidato a la Secretaría Xeral del PSdeG frente a la exministra Elena Espinosa. De la criba promovida por Caamaño en la recta final de las negociaciones con las distintas agrupaciones y la propia dirección autonómica para evitar que la ciudad de A Coruña tuviese más cuota en la lista, el líder del PSdeG rescató al exconselleiro y diputado autonómico José Luis Méndez Romeu, que aunque fue el decimocuarto en apoyos por parte de la agrupación local irá como número dos en sustitución de María Debén, afín a la secretaria de la Agrupación Socialista Coruñesa, Mar Barcón. La entrada de Méndez, que eleva a tres los candidatos herculinos en los puestos de salida, relegó al séptimo lugar a Debén, lo que llevó al grupo de Barcón a renunciar a tener representación en la candidatura. Finalmente el puesto recayó en Marián Ferreiro, histórica socialista coruñesa y una de las voces críticas con el exalcalde Francisco Vázquez. Sin embargo no era Debén la apuesta del sector de Barcón, sino la concejal Yoya Neira, la tercera más votada en la agrupación coruñesa.

La confrontación entre las familias socialistas en la provincia por copar los puestos de salida encalló las negociaciones in extremis entre la ejecutiva provincial y la dirección autonómica, lo que obligó al equipo de Caamaño a aplazar 24 horas su aprobación. Las conversaciones para cerrar una candidatura que representase a todas las tendencias y territorios se prolongaron hasta el mismo día en que el comité nacional aprobó las de las cuatro provincias. Con el rescate de Méndez Romeu, Pachi Vázquez daba por cerrado el conato de rebelión de las agrupaciones locales y comarcales en la provincia, muy molestas con la forma en la que su secretario provincial lideró el proceso.

El entorno de Caamaño atribuye a su inexperiencia para manejar los entresijos de la organización la brecha abierto en el seno del partido la confección de la lista por A Coruña. Sin embargo, son cada vez más las voces en las filas del PSOE que lo miran con recelo por la "soberbia" y "autoritarismo" en sus exposiciones, sus "cambios de criterio" y su "incapacidad" para formar equipo. Aunque incluso los más críticos con Caamaño apuestan por pasar página y trabajar juntos para batir al rival, el PP, lo cierto es que la carta blanca que le dio Pachi en la confección de la candidatura y la ausencia de representantes del sector de Barcón convierten al exministro en el padre de la lista que más quebraderos de cabeza ha dado a los socialistas en esta carrera electoral. El número uno de la candidatura por A Coruña se queda como único responsable de los nombres que le acompañan en las papeletas del 21-O. Y por tanto de los resultados. De mantener los ocho diputados de esta legislatura, Caamaño saldrá reforzado y eso le dará una nueva baza para situarse como referente del partido en Galicia y emprender la carrera a San Caetano. Por debajo de ese listón, quedaría desligitimado para convertirse en el nuevo candidato del PSdeG a la Xunta e, incluso, para continuar al frente del PSOE coruñés. La advertencia ya la hicieron ayer dirigentes socialistas en la provincia: "Si los resultados no son buenos se le pedirán responsabilidades políticas".