-Es un gran aficionado a la navegación, ¿es más difícil tomar el timón de su velero con viento del nordés o moverse en los entresijos orgánicos del partido?

-Sin duda, para mí es más fácil moverme en el mar. Los partidos políticos, en general, tienen muchas cosas que cambiar. También mi partido. Y algunos creemos que los criterios para que la política vuelva a conectar con la ciudadanía tienen que ver con dos principios: renovación y democracia.

-¿En algún momento se planteó retirarse viendo la brecha que estaba abriendo su candidatura?

-No. Yo tomé una decisión con toda la ejecutiva. El secretario general y candidato tenía sus criterios y pensaba en algunas personas para defender su proyecto. Hay que saber defender lo que uno quiere pero hay que tener la responsabilidad de ser leal a un partido y a un candidato. Ambas cosas, las he hecho.

-¿Erró en la comunicación con agrupaciones y compañeros durante la confección de la lista?

-Seguramente se pudieron cometer errores de gestión. Los asumo porque forma parte de mi responsabilidad y uno aprende. Aquello es el ayer, hoy nuestro mañana es la ilusión de ofrecer a los gallegos soluciones que no tienen frente al Gobierno de Feijóo, que unido a su compañero de derechas, Rajoy, están llevando a España a lo que no nos gusta como ciudadanos.

-Sobre ese ayer, Méndez Romeu reconoce haber recibido con sorpresa la exclusión de la candidatura de la ejecutiva.

-Insisto, el tema de confección de listas es el ayer. Nosotros utilizamos dos criterios, renovación y democracia. Fuimos coherentes. El secretario general decidió introducir otros elementos. Yo respeto la decisión del secretario general y, por supuesto, de mi partido.

-¿Tiene motivos Méndez Romeu para sentirse traicionado?

-Yo creo que no. Es un hombre de gran experiencia en el partido y conoce perfectamente la vida de la organización. De hecho hemos estado hablando, pero de las cosas que interesan a los gallegos: el lácteo, las conserveras, Navantia... Este es el trabajo que vamos a hacer juntos para que Pachi Vázquez sea el próximo presidente de la Xunta.

-Me cuesta creer que no hablasen del proceso de listas...

-Todas las cuestiones están aclaradas y explicadas. El Partido Socialista cierra muy rápido estas situaciones. Hay dos modelos, una paz que se construye después del diálogo ordenando las tensiones. Esa es la paz de los vivos. Y hay otra paz, la de los cementerios. El Partido Socialista está por la primera. El PP presume sin embargo de que su modelo es el segundo, el del silencio.

-Con la vista puesta en el mañana, ¿por qué Sestayo sí estará y Lage no repite?

-Renovación y principio democrático. En Ferrol, tanto en la ciudad, como en la comarca y en la provincia se cumplía el principio democrático. Y renovación: diez años lleva Lage como diputado, con una excelente tarea. No es un problema de si tiene más iniciativas o menos. Marcial Estefanía hizo 2.500 novelas del oeste y no creo que sea mejor escritor que Juan Rulfo que hizo dos. Es, sencillamente, cambiar y dar alternativas a otras personas.

-El comité nacional fue el escenario de durísimas críticas por parte de sus compañeros hacia usted. ¿Qué ha hecho mal para no ser visto como la alternativa a Pachi y le tachen de autoritario y sectario?

-Primero, con humildad. Segundo, con reflexión y sentido de la responsabilidad. Cambiar las cosas no es fácil, pero los partidos tienen que hacerlo. Y lo pondré siempre encima de la mesa, con respeto y lealtad a mi partido y a mi candidato. La ciudadanía pide una renovación. Si esa responsabilidad de que querer renovar se le imputa al secretario provincial de A Coruña, no tengo ningún problema en asumirla.

-¿Qué objetivos se marca para el 21-O en la provincia?

-De todas las provincias de Galicia, la más compleja es A Coruña porque tiene tres ciudades en manos del PP y además tiene unos patrones, debido a la situación del naval y los problemas de industrialización del norte que pueden hacer que IU entre como fuerza propia por primera vez sin entrar en coalición en las listas. Nosotros vamos a intentar explicarle a los ciudadanos que el PSdeG tiene cierta autonomía respecto al Partido Socialista de España y que podemos hacer unas políticas de izquierdas apegadas a nuestras necesidades. Hay que decir a Madrid que nosotros podemos ajustar, pero que nos dejen hacerlo de acuerdo con nuestra propia realidad.

-¿Será la crisis la que lleve al PSdeG a la Xunta?

-Los ciudadanos ya han visto no solo que el PP no tenía una varita mágica, sino que mintió. El PP llega al poder con el discurso si nosotros llegamos se arregla esto en dos días. No solo no solo no se ha arreglado sino que lo han empeorado. Esto no es debido a los efectos de la crisis, sino también a la gestión ideológica con la que lleva a cabo.

-¿El objetivo del PSOE es gobernar en solitario?

-Eso hay que hacerlo siempre. Pero lo prioritario ahora es frenar desde Galicia las políticas del Gobierno de Feijóo y Rajoy. Ellos y la derecha europea están acabando con el Estado del Bienestar. Si hay un programa político donde la idea de lo público se defiende en términos de sostenibilidad, de protección de servicios públicos ajustándolos competitivamente... Si todo esto se puede hacer y hay acuerdo entre otras fuerzas yo no tendría miedo a un gobierno de coalición aunque eso no forma parte de la cultura política en general de los españoles.

-¿Solo con un partido?

-Con dos o más. El gran reto que tiene España hoy, y ya está ocurriendo en otros países, es demostrar a esa especie de derecha liberal que se ha sentado en Europa, es demostrarle que sí tenemos una alternativa y podemos ser competitivos en el mundo y mantener la cohesión social.