Un mes después de que los tres sindicatos agrarios se uniesen en defensa del futuro del sector lácteo, un millar de ganaderos tomó ayer las calles de Lalín para poner fin a una campaña que les ha llevado por las principales comarcas ganaderas y denunciar el "robo" y la "extorsión" perpetrados por la industria al obligar a los productores gallegos a "vender a pérdidas". Los precios percibidos por el sector unidos al continuo encarecimiento de los piensos abocan al "cierre" a decenas de granjas. Por ello, los sindicatos exigen con urgencia un incremento en el precio pagado por la industria, el más bajo de todo el país pese a que Galicia aporta casi la mitad de la producción nacional.

Con el fin de evitar la quiebra del sector y frente a la "pasividad" que atribuyen a las administraciones central y autonómica, Unións Agrarias (UUAA), Xóvenes Agricultores (XXAA) y Sindicato Labrego Galego (SLG) se volverán a sentar juntos el martes para fijar "unidas" nuevos actos de protesta, entre los que no descartan "nada", "ni más manifestaciones, ni una tractorada general, ni incluso una huelga de entregas". Así lo avanzó ayer el secretario xeral de UUAA, Roberto García, quien insistió, pese a todo, en que su objetivo es "ser respetuosos" en época de precampaña y durante la próxima campaña electoral.

Un día antes de esa reunión, el sector afrontará otra cita clave. Francisco Bello, secretario xeral de XXAA, recordó que "a partir del lunes" los productores empezarán a recibir las liquidaciones por las entregas de agosto y comprobarán si las industrias aumentan los 28 céntimos por litro de leche que están abonando de media en la actualidad. Bello recordó que Galicia tiene los precios mas bajos de todo el Estado, y culpó de ello a los respectivos Gobiernos por no defender a un sector muy debilitado y que "está vendiendo a pérdidas". Isabel Vilalba, del SLG, fue más allá y acusó a la industria de estar "extorsionando" y "robando" a los productores al pagarles la leche a 27/28 céntimos cuando un kilo de pienso cuesta 37.

Lograr un compromiso para aumentar los precios en origen y adaptarlo al encarecimiento de los costes de producción era el objetivo de los contactos multilaterales que promovió el Ministerio de Agricultura en el mes de agosto. De estas reuniones salió un acuerdo para firmar un código de buenas prácticas pero que, según los sindicatos agrarios, no se traducirá en un alza de los precios. De hecho, de los primeros sondeos a las industrias que se abastecen en Galicia se desprende que mantendrán los mismos valores que el mes anterior, unos precios que se mantienen "artificialmente bajos" y ante los que los sindicatos avisan de que "radicalizarán" sus protestas.