Como si de una carrera de obstáculos se tratase, Pachi Vázquez dio el pistoletazo de salida a la campaña electoral y pidió al PSdeG que se erija como "bastión para frenar a una derecha insensible", que no solo acomete "recortes" sino que mantiene una "agenda oculta" que aplicará a partir del 21-O. El candidato socialista a la Presidencia de la Xunta pidió un esfuerzo a sus huestes para recorrer "cada aldea, barrio, pueblo y edificio desde A Gudiña hasta Fisterra" y reivindicar la apuesta "por lo público" de su partido para iniciar una etapa de "crecimiento" basada en la "economía productiva". Hoy ya arranca su agenda "intensa" con 27 microactos por toda la comunidad.

Los socialistas realizaron ayer una fotografía de familia con todos los candidatos al Parlamento (49 hombres y 46 mujeres) tras las tensiones vividas a la hora de confeccionar las listas. Ahora, indicó Vázquez, es momento de unidad y de confiar en los "130 años de historia" del partido que garantizará, en caso de ganar, no solo relevar a Feijóo, sino un Gobierno "de progreso, de izquierdas y galleguista".

Entre sus promesas, citó la anulación del copago y los convenios con los cinco colegios que segregan por sexo en Galicia, así como que no se producirían despidos de empleados públicos. Su punto de partida en la campaña es situarse como defensor del Bienestar frente a los ataques que, según explicó, le inflige el PP. "La derecha está obsesionada con unos recortes que generan más paro y recesión", añadió.