Si Francisco Rodríguez no dimite como alcalde de Ourense, el pacto bipartito que sostiene su gobierno local saltará por los aires. La teniente de alcalde, la nacionalista Isabel Pérez, anunció ayer la decisión de su grupo de no continuar en el ejecutivo local, en el que están desde el año 2007, si este no abandona el puesto tras haber sido imputado en la operación Pokemon. Tras leer un comunicado ante la prensa, el Bloque alegó que su decisión fue tomada "en aras de evitar un prejuicio" a la institución municipal.

Los nacionalistas ya insistieron en su postura desde el momento de la detención del regidor en el marco de la operación Pokemon y ayer defendió como "una cuestión de principios" la incompatibilidad de su presencia en un gobierno dirigido por una persona "con una imputación grave", en alusión a los cargos de cohecho, tráfico de influencia y prevaricación que pesan sobre él.

Normalidad

"Entendemos, pues, que en este contexto el BNG y sus concejales no pueden formar parte del grupo de gobierno del Ayuntamiento de Ourense", leyó Pérez en la sentencia de defunción del acuerdo bipartito sellado en 2007 y renovado tras las municipales de 2011.

Los nacionalistas presentarán el jueves su renuncia, si bien ese día Rodríguez someterá su decisión a la voluntad de la militancia socialista, por lo que en caso de que esta le reclamase su dimisión la postura podría variar.

Hasta entonces, los nacionalistas garantizaron la normalidad de los procesos administrativos en el consistorio de Ourense.