Uno de los proyectos estrella de la Xunta asociado al concurso eólico no se realizará. La Consellería de Medio Ambiente anunció ayer que renuncia a instalar una planta incineradora en O Irixo (Ourense) ante la parálisis del proyecto que iba a ejecutar Estela Eólica y que ampliará la de Sogama en el ayuntamiento coruñés de Cerceda con el objetivo de que las obras de construcción se inicien como máximo en 2017, lo que situaría su entrada en funcionamiento en 2019. La decisión se tomó después de que Economía expedientase a Estela Eólica por el retraso en la inversión en su proyecto de planta, parte del plan industrial asociado a la consecución de 186 megavatios de energía eólica. Aun así, el conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández, reconoció que era "una decisión esperada" ante los incumplimientos de la compañía.

La decisión de ayer rompe el impass de espera que se había generado sobre la inversión de Estela Eólica y supone un nuevo golpe a las expectativas generadas con el concurso eólico después de que hace unas semanas una sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia detectase "desviación de poder" en la decisión del Gobierno de Feijóo de anular la subasta del bipartito y optase por iniciar un nuevo proceso. Dentro de este, la llamada a ser la Sogama del Sur generó pugnas entre concellos para albergarla, a la vista de los ingresos de Cerceda, y protestas vecinales en O Irixo, donde previsiblemente iba a instalarse.

Agustín Hernández, titular de Medio ambiente, anunció tras conocerse la decisión de Economía que "de forma inmediata" se iniciarían los trámites administrativos para modificar el Plan de Residuos Sólidos de Galicia que contemplaba esa nueva incineradora "en el sur" e incorporar la ampliación de Sogama, de mayoría de capital público y a la que un centenar de concellos adeuda casi 22 millones. "Solucionar este problema no admite más demora", alegó Hernández.

Medio Ambiente esperaba la decisión del departamento de Javier Guerra para suspender la planta del sur y esta llegó ayer. Economía expedientó a Estela Eólica por incumplir los plazos de inversión previstos el año pasado: 12 millones y crear siete puestos de trabajo.

La compañía obtuvo en 2010 la concesión de 186 megavatios ( y como parte de su plan industrial apostó por la construcción de una planta de incineración que supondría una inversión total de 230 millones y la creación de 250 puestos de trabajo. Esta alternativa permitiría a la Xunta tratar las 300.000 toneladas al año que no puede asumir el complejo de Cerceda y la compañía generaría 50 megavatios.

Sin embargo, la supresión de las primas para este tipo de energía por parte del Ministerio de Industria supusieron un golpe definitivo al proyecto, al menos en opinión de Hernández, que considera que la incineradora "no es viable". "Estos proyectos nuevos que no estarían sujetos a la aplicación de estas primas, lógicamente verían comprometidos una gran parte de sus ingresos previstos", explicó ayer tras firmar un convenio con el alcalde de O Carballiño.