Si el BNG rompe hoy el pacto bipartito que sustenta el Gobierno municipal de Ourense, el PP tendría ante sí la posibilidad de hacerse con el bastón de mando a través de una moción de censura, pero por el momento esa vía está descartada. Eso es lo que aseguró ayer el jefe de filas de los populares y presidente de la Xunta. "No es el momento de presentar de forma inmediata, irreflexiva y poco razonable una moción de censura en Ourense", sostiene Alberto Núñez Feijóo.

A pesar de ello, el candidato a la reelección urge, en declaraciones a Europa Press, a Bloque y PSOE a que "clarifiquen" la situación municipal ante el "desconcierto" causado tras la imputación del alcalde socialista, Francisco Rodríguez, que evitó la prisión tras pagar una fianza de 6.000 euros y cuya dimisión exigen, así como su partido, sus socios nacionalistas para mantener la alianza que firmaron en 2007 y revalidaron en 2011.

Feijóo también aprovechó para censurar que el PSOE mantenga a Rodríguez en el cargo mientras su partido logró la dimisión del regidor de Boqueixón, Adolfo Gacio, también imputado en la operación Pokemon. "No es un paripé", declaró sobre la continuidad de este como edil, lo que para la oposición supone que será "alcalde en la sombra".

El PSdeG rechazó esas puyas de Feijóo. Su candidato a presidir la Xunta, Pachi Vázquez, defendió que habían hecho "los deberes" suspendiendo de militancia a Rodríguez una vez que este se negó a acatar las órdenes de la dirección gallega y estatal para que dejase el cargo.

Además, marcó diferencias con los casos de los alcaldes populares de Fisterra y Mazaricos, imputados en la operación Orquesta. "En el caso de Boqueixón hay una libertad con fianza, en el caso de los otros alcaldes a los que usted se refiere están imputados en un proceso y son situaciones sustancialmente distintas y por tanto hay que tratarlo de forma ponderada", considera el presidente de la Xunta. Esa diferencia es la que también usó el PSdeG para reclamar a su alcalde en Ourense, Francisco Rodríguez, su dimisión. En un acto en Vigo, Vázquez eludió pronunciarse sobre una hipotética disolución de la ejecutiva local ourensana y el nombramiento de una gestora si parte del partido local seguía sin cumplir la jerarquía. "El PSdeG hizo lo que tenía que hacer y no va a tener ninguna duda con todo eso", zanjó.

Por su parte, el Bloque ourensano evitó pronunciarse antes de la junta de gobierno de hoy, si bien desde la detención del regidor socialista reiteró su intención de romper el pacto. En el ayuntamiento, el PSdeG cuenta con doce ediles, por tres de los nacionalistas.