La operación Pokemon ha hecho saltar por los aires el bipartito de Ourense, ayer el BNG abandonó el gobierno, y ha abocado finalmente al alcalde, el socialista Francisco Rodríguez, a la dimisión, al constatar que se quedaba en minoría y no tenía apoyos suficientes para gobernar. Fernando Varela, el edil nacionalista imputado en la misma causa, ya presentó ayer su renuncia.

La vuelta a la normalidad en el consistorio ourensano no será fácil. El PSdeG está en minoría, pero además fracturado (los partidarios del alcalde y los seguidores de Pachi Vázquez) y antes de intentar negociar una reedición del bipartito con el BNG debe recomponer la unidad interna.

El sábado en un pleno se formalizará la salida del regidor, imputado por cohecho y prevaricación, y en menos de dos semanas habrá que elegir nuevo alcalde. Los nacionalistas dieron por rota la coalición al negarse Rodríguez a renunciar al cargo, y este anunció su dimisión, tras constatar que el BNG le dejaba en minoría, pero una vez que Rodríguez se va, en el PSOE y en el Bloque ya barajan la opción de reeditar la alianza, aunque los segundos, sobre todo, prefieren ser prudentes por el momento. ¿Por qué? Porque saben de la grave crisis que atraviesa el PSdeG de Ourense. Había tensiones y fricciones pero la imputación de Rodríguez en la operación Pokemon ha abierto en canal al socialismo ourensano.

Y ahora que hay que elegir al relevo del alcalde las aguas no vuelven a su cauce. El regidor quiere colocar a uno de los suyos, el edil de Economía, Agustín Hernández, pero en su propio grupo municipal los partidarios de la dirección gallega se niegan y ponen encima de la mesa el nombre de otro concejal, Antonio Rodríguez Penín, antes hombre de confianza del alcalde y ahora próximo a Manuel Pachi Vázquez, como posible sucesor.

Francisco Rodríguez, que fue imputado el pasado sábado por supuestos favores al Grupo Vendex, se resistió a dimitir durante seis días, pese a las presiones de su partido. Ni el anuncio de que se le daba de baja en el PSOE sirvió. Fue la decisión de sus socios de gobierno de dejarle en minoría quien le impujo a poner fin a una situación insostenible. Ayer cuando anunció su marcha, como regidor y después como edil, explicó que no lo hace por la causa judicial abierta contra él, con "imputaciones falsas y sin pruebas", sino porque no puede "garantizar la gobernabilidad del ayuntamiento".

La respuesta del PSdeG fue inmediata y pedirá a la dirección federal que "revise" la suspensión de militancia de Rodríguez. El líder de los socialistas gallegos, Pachi Vázquez, aseguró que la dimisión "honra mucho al alcalde" y que el PSOE está "satisfecho".

Rodríguez cerró la jornada de ayer asistiendo a una asamblea del PSdeG y muy emocionado denunció que es "víctima de un montaje para destruir al Gobierno local". También aludió a sus tensas relaciones con la dirección del PSOE gallego, al asegurar que "en política no puede valer la calumnia, la injuria, la mentira y la deslealtad".