Los concellos de la costa gallega deberán elaborar unos planes de actuación ante posibles catástrofes marítimas para determinar las zonas más vulnerables de su territorio, así como determinar un sistema de alerta a la población. Esta es una de las novedades del nuevo Plan de Contingencias que el Consello de la Xunta aprobó ayer, renovando el documento que el bipartito selló en 2007 y que coincide con el décimo aniversario de la catástrofe del Prestige, que se produjo en noviembre de 2002.

La normativa fue presentada ayer por Feijóo como una herramienta para "simplificar los órganos de respuesta" ante un episodio de contaminación. Una de las novedades radica en la figura en que recaerá la dirección del operativo de emergencia si se produce uno de estos episodios. En 2007 se decidió que esta responsabilidad recayese en el titular de Presidencia como responsable máximo y la directora de Protección Civil como coordinadora de operaciones.

Ahora, la dirección recaerá en quien dirija la Consellería de Medio Rural y Mar. El documento también regula el voluntariado y diferencia entre el profesional y el no profesional, así como establece métodos para recoger evidencias de cara al pago de indemnizaciones.