Unos 260 militares de la Brigada de Infantería Ligera Aerotransportada Galicia VII (Brilat) tomaron un vuelo ayer en el aeropuerto de Asturias que significaba el punto de partida para una nueva misión internacional en Afganistán para los soldados de esta unidad con base en el cuartel de Figueirido (Pontevedra) y en el acuartelamiento de Siero, en Asturias. Aunque la mayoría de integrantes de esta rotación procedían del cuartel asturiano, en el primer vuelo con destino a Afganistán ya viajaban los primeros soldados gallegos que participarán en la misión. El despliegue que se inició ayer se completará en apenas tres semanas cuando salga desde Lavaco- lla el último contingente de la base General Morillo de Pontevedra. La duración de la misión será, por vez primera, de seis meses.

Será una misión en la que los soldados de la unidad con base en Figueirido se encontrarán con un "ambiente hostil", tal y como reconocía José Ignacio Medina, Jefe de la Fuerza Terrestre, en el acto oficial de despedida del contingente que se celebró hace unos días en Asturias. La Brilat moviliza para esta misión a un total de 800 efectivos, de los que se calcula que la mitad pertenecen a la base de Pontevedra. Otros 300 efectivos pertenecientes a diferentes unidades completará el despliegue de las tropas españolas en Afganistán. Tomarán el relevo de la Brigada Paracaidista.

Esta rotación es también la que acerca el adiós de las tropas españolas al país asiático en una misión que ya dura diez años. De hecho, el panorama para los soldados de la Brilat cambiará mucho con respecto a las misiones anteriores en Afganistán. A ellos se les ha encomendado iniciar el repliegue y este tendrá como pistoletazo de salida el cierre de las Posiciones Avanzadas de Combate de Ludina y Moqur, todavía operativos. Una vez completada esta labor, todos los efectivos se concentrarán en la base Ruy González de Clavijo de Quala-i-Naw, donde está ya el grueso del contingente español.