A pesar del descenso generalizado de la litigiosidad en 2012 y particularmente de los conflictos laborales, que en su momento explicaron el aumento tan espectacular que experimentó la demanda de justicia gratuita, hay una tipología de asunto que ha seguido creciendo de forma lenta pero constante. Antonio Platas, decano de los abogados de A Coruña, explica que en el turno de oficio cada vez se recibe más peticiones de "padres divorciados" que quieren pedir que se modifiquen las bases económicas de las pensiones que están obligados a pasarles a sus esposas e hijos. "Los despachos están llenos de casos de padres que se quedan en paro y piden que se modifiquen las medidas de familia adoptadas. Y por diferencias de 50 euros en la cuantía de la pensión se está apelando porque ahora 50 euros representa mucho dinero", explica Platas.

El lado bueno de la crisis, con todo, es que litigios menores (problemas en comunidades de vecinos, conflictos en el ámbito de la familia, denuncias por faltas de palabra...) ahora ya casi no se ven en los tribunales y mucho menos en el turno de oficio. "Había una cierta alegría a la hora de acudir a los juzgados pero eso ya no es habitual", añade.