No pueden acceder a una oposición, ni solicitar becas de estudios para sus hijos ni votar en España o viajar sin restricciones. Y además corren el riesgo de que si se quedan sin trabajo perderán el permiso de residencia y por tanto se convertirán en sin papeles. En esta situación se encuentran medio millón de inmigrantes residentes en España, unos 5.000 afincados en Galicia, que desde hace más de dos años y medio -en algunos casos hasta cuatro o cinco- están pendientes de que el Ministerio de Justicia resuelva sus peticiones de nacionalidad por residencia.

El aumento del flujo migratorio desde 1995 en España y en especial la entrada masiva de inmigrantes en 2007 disparó las peticiones de pasaporte español, lo que provocó un atasco en la tramitación de las solicitudes que a día de hoy todavía no ha logrado resolver el departamento que dirige Alberto Ruiz Gallardón. "Si antes la nacionalidad por residencia se resolvía en un plazo medio de 12 a 16 meses, ahora supera los dos años", expone el responsable de CIG Migración, Alejandro Lago.

Desde el Foro Galego de Inmigración, su portavoz, Miguel Fernández, apunta una demora más alarmante: "Son muchos los casos que acumulan un retraso de hasta cinco años". Esta demora, según advierte Fernández, puede convertir al más de medio millón de extranjeros que tiene pendiente la resolución de su petición de nacionalidad en inmigrantes sin papeles. "Si quieren obtener el permiso por residencia, necesitan acreditar una oferta de empleo; si durante la tramitación de la nacionalidad se quedan sin trabajo quedan en situación de irregularidad", argumenta el portavoz del Foro Galego de Inmigración.

Para tratar de dar solucionar al colapso de expedientes pendientes, el Ministerio de Justicia firmó un convenio en junio del año pasado con el Colegio de Registradores de la Propiedad, Mercantiles y de Bienes Inmuebles. Un total de mil registradores se incorporaron a las oficinas para agilizar el papeleo. En aquel momento había 400.000 expedientes pendientes de resolver y desde entonces el número de nuevas peticiones supera las 10.000 cada mes. Y aunque Gallardón se había propuesto en octubre atajar "antes del 31 de diciembre" una situación que él mismo calificó de "inadmisible", se cerró el año 2012 con alrededor de 500.000 peticiones de pasaporte español acumuladas en gigantescas montañas de documentos.

Además de la firma del convenio con los registradores, el plan de choque aprobado por el Gobierno central incluye la creación de una plataforma informática para centralizar el proceso y para que los trámites que realizan distintas áreas de la administración central tuvieran un único soporte, así como la digitalización de los expedientes de nacionalidad.

Desde el Ministerio de Justicia aseguran que en verano "estarán en condiciones de cumplir". A partir de ahí, una vez superado el atasco, el nuevo sistema de tramitación digital permitirá que los futuros casos estén listos en un plazo de entre seis meses y un año.