Los conductores tendrán que pisar menos el acelerador en las vías secundarias en cuestión de meses. El ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, anunció ayer que el reglamento de circulación, que está en una fase "muy avanzada" de elaboración, podría estar aprobado en primavera con la reducción de 100 a 90 kilómetros por hora de la velocidad máxima.

Esta decisión, según recordó Fernández Díaz, responde a que "el 77% de la siniestralidad vial y mortalidad se produce en las carreteras secundarias". Un porcentaje que en el caso de Galicia supera el 80%. Ante estas estadísticas, el titular del Interior apuntó que el objetivo "máximo y prioritario" de los límites de velocidad es garantizar la seguridad vial, siempre dentro del equilibrio entre seguridad y movilidad. En aquellos tramos donde la calzada tenga una anchura inferior o igual a 6,5 metros, ese límite podrá rebajarse a 60 km/h, según precisó.

En cuanto a la limitación de velocidad en autopistas y autovías, apuntó que aún se está estudiando la posibilidad de elevarla a 130 kilómetros por hora pero que esta medida "estará pendiente de una posible monitorización", puesto que no puede ser uniforme, y no se implementaría hasta introducir esa monitorización mediante paneles.