Incurso en un proceso de despido colectivo para 32 empleados laborales indefinidos y con decenas de interinos a los que no se les renovó el contrato, el presidente de la Diputación de Ourense, José Manuel Baltar, ha encontrado acomodo en la institución provincial para un cargo del PP. Se trata del presidente local del partido en Ribadavia y portavoz del Concello, César Manuel Fernández Gil, que acaba de ser contratado como asesor de la Presidencia en cultura.

La plaza es de libre designación y tendrá una remuneración anual de 26.000 euros. Baltar reconoció ayer en el pleno de la Diputación este nuevo contrato a preguntas del portavoz del PSOE, Ignacio Gómez. Es el cuarto asesor de la Presidencia, "lejos de los ocho o diez que tiene la Diputación de Lugo", justificó Baltar. La oposición cuestionó la idoneidad de este nombramiento cuando el ente ourensano está lastrado por las deudas -soporta 56 millones de euros de obligaciones pendientes con los bancos- y está tramitando un expediente de despido y tiene 76 trabajadores provinciales que perciben entre 50.000 y 60.000 euros anuales -según la oposición, por lo que los salarios del 10% del funcionariado ascienden a cuatro millones de euros.

La sesión plenaria registró además un hecho cuando menos sorprendente, protagonizado por el diputado provincial y regidor de Vilar de Barrio, Julio Pérez Carballo. Solicitó la palabra, delante de todos sus compañeros de partido, para soltar: "Llevo treinta años de alcalde y no tengo enchufado a nadie".

Su reacción se produce tras conocerse que catorce diputados del PP han enchufado a 76 personas en la Diputación, de las cuales una sería bajo su influencia. Pero no solo eso, sino que antes, aunque en privado, se desmarcó del comportamiento del resto de sus compañeros. "A mí no me metáis en el mismo saco que al resto", le dijo a miembros de la oposición, según contaron dos fuentes presenciales.