"Ataque a la autonomía local", "vaciado de competencias en los ayuntamientos", "degradación de la actividad política municipal"... La reforma local que propone el Ministerio de Hacienda ha puesto en pie de guerra a todos los alcaldes gallegos. Ya sean de PP, PSdeG o BNG. Y ante el tijeretazo salarial que plantea el Gobierno a los alcaldes de municipios de menos de 5.000 habitantes, los regidores gallegos reclaman un salario mínimo anual de 40.000 euros.

"No se trata de colores políticos, sino de la defensa de los derechos de los ciudadanos", coinciden los regidores. Para analizar el borrador de la nueva Ley de Bases del Régimen Local, aprobada el pasado viernes por el Gobierno pero todavía susceptible de cambios, la ejecutiva de la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) se reunió ayer y acordó presentar alegaciones al texto. Para evitar una estampida de alcaldes en las próximas municipales, la Fegamp reclamará al Gobierno salarios "dignos" y que el nuevo modelo de financiación local tenga en cuenta las particularidades de Galicia: dispersión y envejecimiento.

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