El grapo gallego Fernando Silva Sande aceptó ayer en la Audiencia Nacional una pena de 33 años y seis meses de prisión por el asalto a un furgón blindado en la localidad barcelonesa de Sant Quirze del Vallès, en el que la banda se hizo con un botín de 150.000 euros.

En el juicio, la Fiscalía de la Audiencia ha rebajado de 45 a 33 años y seis meses la petición de pena de prisión para Silva Sande, a la vista de su reconocimiento de los hechos, en atención a su "colaboración activa" en el esclarecimiento de otros hechos atribuidos a los Grapo y al apreciar dilaciones indebidas en el procedimiento.