A las más de 200.000 firmas recabadas contra la mina de oro en la pequeña aldea de Corcoesto, en el municipio coruñés de Cabana de Bergantiños, se suma una más. Y la más importante: la de la Xunta. La Consellería de Economía e Industria manifestó ayer a la promotora su rechazo en primera instancia al proyecto por no cumplir con los requisitos técnicos, ambientales y financieros necesarios para su aprobación por parte de la Administración autonómica.

Apenas han pasado dos meses y medio desde que la Xunta pedía a la oposición "no alarmar" sobre la mina de Corcoesto mientras analizaba el plan de la promotora con el objetivo de tener "todas las garantías de que se trata de un proyecto sostenible, seguro, dinamizador de la economía, innovador y generador de puestos de trabajo de calidad". Pese a los 11 informes "sectoriales favorables" que esgrimió a finales de abril el conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde, durante su comparecencia en el Parlamento, su departamento trasladó ayer a la empresa Mineira de Corcoesto -de la canadiense Edgewater- que el proyecto de explotación minero "no cumple los requerimientos técnicos y económicos" para poder ser aprobado y que "no autoriza" estos planes "de no cumplir las máximas garantías de viabilidad".

En concreto, la Consellería de Economía reclama a la empresa que acredite una solvencia mínima del 25% de fondos propios sobre la inversión del proyecto y un compromiso en firme del resto de la financiación, así como la documentación que acredite la capacidad técnica de la empresa para desarrollarlo, según informó ayer la Xunta en un comunicado.

"De no cumplirse adecuadamente los requisitos ambientales, técnicos y económicos, el proyecto sería rechazado definitivamente y no se continuaría con la tramitación del mismo", advierte el departamento que dirige Conde, que asegura que mantiene su apuesta por "una minería comprometida con el país, innovadora y sostenible".

El Gobierno gallego insiste en que está de acuerdo con impulsar el "aprovechamiento responsable de los importantes recursos minerales con los que cuenta Galicia" y el "desarrollo sostenible de un sector que emplea a más de 7.000 personas en la comunidad y que supone más del 1,2% del PIB gallego".

Por ello, la Consellería de Industria reitera que "cada proyecto está siendo estudiado pormenorizadamente" y siguiendo "rigurosamente la normativa". "Solo se autorizarán aquellos que favorezcan el desarrollo económico y el bienestar de los gallegos, siempre que garanticen su viabilidad ambiental, económica y técnica", concluye.

Hace tan solo una semana, los detractores de la mina de oro de Corcoesto denunciaron la incapacidad financiera de la empresa promotora, la canadiense Edgewater y su filial Mineira de Corcoesto para hacer frente a la responsabilidad en caso de accidente.

Hace ya meses, grupos ecologistas denunciaron que en te tipo de explotaciones -el ámbito de actuación previsto por la compañía supera las 770 hectáreas- generan grandes cantidades de residuos y para la extracción del mineral se utiliza cianuro de sodio en grandes cantidades, de ahí que un fallo en su transporte o almacenamiento, según advirtieron, puede tener consecuencias trágicas, tanto daños al medio ambiente como a la salud de los vecinos.