Tras el siniestro de Angrois, Renfe tardó varios días en reconocer que el sistema de seguridad ERTMS, que frena automáticamente el tren si no se ajusta a las velocidades marcadas para cada tramo, estaba instalado, pero no activo entre Ourense y Santiago, si bien este deja de funcionar unos cuatro kilómetros antes de la curva del accidente. El presidente de la compañía, Julio Gómez-Pomar, aseguró ayer que ese sistema estará plenamente activo "muy posiblemente antes del año que viene".

El ERTMS sí funciona en un tramo entre Olmedo y Madrid, pero no así en el otro donde también se instaló: el de Santiago y Ourense. El motivo es que la implantación en los Alvia 730 provocó fallos "de transición", según Gómez-Pomar. Es decir, que daba orden al convoy de frenar cuando no debía. Esos problemas se solucionaron en el tramo castellano, pero no en Galicia. "El protocolo es poner este problema en conocimiento del fabricante del sistema -la compañía Bombardier-, pedir una estimación de tiempo de reparación y comunicarlo a Adif. Entonces, Adif da instrucciones de desconectar el sistema ERTMS y de circular con el ASFA sin rebasar una velocidad de 200 km/h", apuntó en declaraciones a la Cadena SER.

Si el ERTMS estuviese activo en la curva de A Grandeira, probablemente se habría evitado el accidente, como reconoció el propio Gómez-Pomar estos días, pero los maquinistas consultados discrepan sobre el efecto que habría tenido tal y como está establecida ahora la vía. A cuatro kilómetros entra a funcionar el ASFA, que permite circular a 200 km/h antes de tomar la curva. Todo depende, con este sistema, de que el conductor frene, algo que comienza a realizarse, para evitar maniobras bruscas, unos tres kilómetros antes de la famosa curva de Angrois. El máximo responsable de la compañía ferroviaria defendió los sistemas de seguridad y la decisión de implementar uno u otro en cada tramo. "Están estandarizados en toda la UE y todos los técnicos y los expertos consideran que son seguros", dijo. Aun así, aseguró que Renfe seguirá las recomendaciones de Fomento tras la investigación del siniestro.

El presidente de Renfe se refirió también a la competencia de los maquinistas en ese tramo. "Todos los que circulan por esta vía están instruidos sobre la relevancia de las señales y de que a partir de ellas se debe tomar la decisión de frenado", apuntó ayer, si bien en la vía no existe ninguna señal física que anuncie la deceleración. Así lo recoge incluso el auto del juez instructor, Luis Aláez, que dejó en libertad a Francisco José Garzón tras imputarle 79 homicidios por imprudencia.