La ola de incendios de los últimos días ha avivado el enfrentamiento entre PP y oposición. Siete años después de que las llamas devastasen en Galicia más de 96.000 hectáreas, los fuegos volvieron a cebarse este verano con los montes gallegos y zonas próximas a viviendas. Cientos de vecinos desalojados de sus casas, fincas y viñedos reducidos a cenizas, explotaciones ganaderas cercadas por las llamas y, una vez más, reproches de la oposición al Ejecutivo gallego por la falta de políticas de prevención. Son las consecuencias de los incendios más virulentos ocurridos este mes de agosto.

Desde la Xunta, la conselleira de Medio Rural, Rosa Quintana, cargó ayer contra los incendiarios, a quienes atribuyó acciones "con carácter homicida" por poner en riesgo a personas y viviendas. "No pararemos hasta localizar a los que actúan de esta forma, en cierto modo, homicida y haremos caer sobre ellos todo el peso de la ley, haciéndoles pagar con su patrimonio los gastos originados", sentenció Quintana durante su visita en Trasmiras (Ourense) a los efectivos del Ejército destinados a la operación Centinela en los montes gallegos. Sobre las críticas a la falta de prevención durante este año, la conselleira de Medio Rural aseguró que esas tareas "no son determinantes, pues, cuando quieren hacer daño lo consiguen igual". "Hay ayuntamientos que en mayo estaban perfectamente desbrozados", apuntó Quintana, al tiempo que añadió que las lluvias de final de primavera y principio de verano aumentaron la biomasa, lo que hace necesario "volver a desbrozar". Además, advirtió de que los vecinos tienen la obligación de limpiar sus parcelas y el concello de comunicárselo. De hacer caso omiso, el ayuntamiento -prosiguió la conselleira- ha de iniciar el correspondiente expediente sancionador o cargarle los costes de esos trabajos.

La conselleira de Medio Rural también hizo alusión a la tipología de los incendios cometidos en los últimos días: en un momento de "situación climatológica" de altas temperaturas y fuerte viento y a "última hora de la tarde", unos factores que, según advirtió, "minimizan la posibilidad de intervención de los medios aéreos".

Desde el PSdeG, su secretario xeral, Pachi Vázquez, demandó al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, "humildad" para pactar con la oposición una nueva ley de montes que incluya medidas encaminadas a hacer "rentable" el bosque gallego y así poner freno a la "eterna plaga" de los incendios. "Donde el monte es rentable no hay fuego; el monte necesita acuerdos y prevención", sostuvo Vázquez. Detrás del elevado número de incendios ocurridos este verano en Galicia, según concluyó el líder del PSdeG, está el hecho de que la Xunta "abandonase a su suerte" a la población que vive en las aldeas. Finalmente, cargó contra la decisión del Ejecutivo gallego de "dar limosna" a los ayuntamientos para contratar a "brigadistas sin ningún tipo de experiencia" en lugar de optar por la prevención.

En la misma línea, el portavoz nacional del BNG, Xavier Vence, vinculó la ola de fuegos que devoran Galicia a la ausencia de una política forestal adecuada por parte de la Xunta y denunció el desmantelamiento del operativo contraincendios. Durante su visita a la zona afectada por el incendio de Oia y O Rosal, Vence urgió fondos de emergencias para los afectados.