Galicia y Asturias quedarán unidas definitivamente por autovía el próximo 1 de febrero. En esa histórica jornada, la ministra de Fomento, Ana Pastor, inaugurará los dos tramos de la Transcantábrica que aún siguen en obras en Galicia. Se trata del Mondoñedo-Lindín, de 7,5 kilómetros de longitud, y del Lindín-Carreira, de 9,3 kilómetros. En total, 16,8 kilómetros de vía que supondrán un ahorro estimado en algo más de 15 minutos respecto al tránsito por la carretera general. De esta forma, el tiempo de viaje entre A Coruña y Oviedo quedará en torno a las dos horas y tres cuartos, y el trayecto a Vigo bajará de las cuatro horas para quedar en el entorno de las tres horas y 45 minutos.

Las obras para unir ambas regiones del Noroeste por autovía arrancaron hace ya una década, tanto en la traza occidental asturiana, desde Avilés al límite interprovincial, como en la gallega.

La intención de Ana Pastor era haber inaugurado el trazado de Mondoñedo a Carreira el pasado día 16 de diciembre, coincidiendo con la entrada en servicio del lote Otur-Villapedre, el último de la traza occidental asturiana. Sin embargo, la adversa climatología y los problemas con el tablero de un viaducto se lo impidieron.

Aunque se especuló con que la apertura se realizaría a lo largo del mes de enero, el Ministerio de Fomento tiene fijado el acto para el día 1 de febrero, siempre que no haya inconvenientes de última hora que obliguen a retrasar de nuevo la esperada inauguración. Una vez que abran al tráfico los dos tramos gallegos, la conclusión de la Transcantábrica quedará pendiente únicamente del subtramo asturiano Pendueles-Unquera, en el extremo oriental del Principado. Según puso de manifiesto Pastor en su visita a la región para poner en servicio Otur-Villapedre, la intención es abrirlo en dos fases.

El calendario oficial de Fomento es que el primero, el trayecto que va de Pendueles a La Franca, esté operativo a mediados de 2014, y que el otro, entre La Franca y Unquera, haga lo propio a finales de ese año. Sin embargo, fuentes ligadas a la actuación mantienen que, al ritmo actual de las obras, resulta poco menos que imposible que todo el subtramo esté listo antes de mediados de 2015.

Los puntos "críticos" en el trayecto de Pendueles a La Franca son el túnel de Santiuste y el viaducto sobre el río Cabra. En ambos queda mucho por hacer. La obra en el trayecto de La Franca a Unquera marcha más retrasadas. Las constructoras están encontrando serios problemas en la ladera situada entre La Peral y Bustio, un enclave que ya motivó un parón de dos años en los trabajos y que obligó a realizar un notable cambio en el proyecto original.

La Transcantábrica tampoco está concluida en Cantabria, ya que sigue en obras de Solares a Torrelavega. Sin embargo, esta circunstancia tiene menos relevancia que en la comunidad gallega o en Asturias porque cuenta con otros tramos alternativos de autovía.

El trazado pendiente en la comunidad cántabra tiene una longitud total de 28 kilómetros, de los que 12,5 son de nuevo trazado y el resto un desdoblamiento del trazado de la carretera nacional N-634. La actuación, con un presupuesto de 197,5 millones, fue paralizada por el Gobierno Rodríguez Zapatero, dentro de los ajustes en el Ministerio de Fomento para contener el déficit público, cuando se había ejecutado el 20 por ciento de la actuación.

La apertura del tramo, previsiblemente a lo largo 2015, permitirá atravesar la comunidad vecina sin cambiar de autovía.