El parque ferroviario de Galicia se ha rejuvenecido en los últimos cinco años. La renovación de gran parte de los trenes destinados a la media distancia como la puesta en marcha de la línea de alta velocidad entre A Coruña y Ourense con el Avant han rebajado a 12 años la edad media de los trenes que circulan por la comunidad gallega. Hace seis años la media se situaba en 22 años con modelos antiguos con más de tres décadas y los más recientes, los R-598 creados en 2005. El año 2009 supuso un cambio de tendencia con la sustitución de varias series de locomotoras por otras más modernas. El ingeniero y experto en la red ferroviaria gallega Xosé Carlos Fernández destaca que la implantación de dos series del modelo 499 y otra docena de su hermano gemelo 599 para el trayecto A Coruña-Santiago-Vigo influyó de forma notable en el descenso de la antigüedad del parque de vehículos que transitan por las líneas ferroviarias gallegas.

Pese a la modernización de la flota de Renfe aún se ofertan servicios de media distancia en trenes que ya pasan de los treinta, como es el caso de los que realizan el recorrido Ourense-Santiago y algunos que rondan los veinte para llevar a los usuarios que viajan de Ourense o Lugo hasta Monforte.

Si en los servicios regionales, la flota se ha quitado cinco años de encima al bajar su edad media de 14 a nueve años, en los de larga distancia la diferencia es mayor y la renovación ha supuesto perder dos décadas de antigüedad al pasar de los 33 años de media de los modelos de 2009 a los 10 años que tiene la flota actual. Si se tienen en cuenta tanto los trenes de media como de larga distancia el parque ferroviario es doce años más joven respecto a los 22 años que contaba en 2008 y la mayoría fueron construidos en el nuevo siglo.

Para los viajes largos, la puesta en marcha de los Alvia en 2006 junto con el tren hotel y el Intercity en 2009 sustituyeron a otros modelos de la década de los ochenta como los antiguos Talgo o el Estrella.