Los datos de viajeros de 2013 consolidan la hipótesis que ya hace año y medio defendió UGT en un estudio elaborado por sus expertos ferroviarios: en Galicia la alta velocidad tiene capacidad para aportar más pasaje con Madrid que la que ya opera en Barcelona, al desplazar a cerca de 3,8 millones de viajeros al año. Requisito indispensable para aprovechar ese potencial es alcanzar unos "tiempos competitivos" con la Meseta, insiste Manuel de la Fuente, extécnico de Adif y uno de los expertos que colaboró en el informe del sindicato publicado en 2012.

"Resulta fundamental que el trayecto entre A Coruña-Madrid no se demore más de dos horas y 45 minutos, y el de Vigo a Madrid, no más de dos horas y media", explica el experto, quien añade que esos tiempos son clave para competir con las otras opciones de transporte. De la Fuente pone el acento en dos requisitos: hacer un trazado eficiente entre Ourense y Madrid que no demore el viaje más de dos horas y dotar a la ciudad de Vigo y su área de una salida directa hacia la Meseta, por Cerdedo.

Los datos que se manejan en la actualidad no cumplen esas pautas. El rodeo contemplado por Santiago eleva el recorrido entre A Coruña y Madrid por encima de las tres horas, la travesía Vigo-Madrid supera las tres horas y media; y el trayecto entre la ciudad ourensana y la capital del Estado, cerca de dos horas y 20 minutos.

Las cifras que refuerzan el estudio de UGT se recogen en el último número de la revista Vía Libre editada por la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, cuyos patronos fundadores son la propia Renfe y también Adif. La publicación refleja que en 2013 el tren desplazó entre la comunidad gallega y Madrid 311.500 viajeros; mientras otros 1,43 millones optaron por el avión.

En cuanto a los desplazamientos por carretera, el informe Movilia de 2007 registraba siete millones de viajeros. Si se analiza la evolución experimentada en los últimos seis años por el tráfico aéreo y el ferrocarril, en la actualidad el volumen de usuarios se situaría en 5,3 millones.

Según De la Fuente -quien se basa en las claves recogidas de Movilia- si el AVE ofrece "tiempos competitivos" puede captar el 70% de los usuarios que ahora toman el avión; es decir, cerca de un millón de pasajeros. "En Sevilla la alta velocidad atrajo el 65% y en Galicia, por las condiciones climáticas que tenemos, el porcentaje será superior", razona el experto.

En cuanto a la influencia del AVE sobre los desplazamientos por carretera señala que corredor Madrid-Sevilla pasó de tener en el vehículo privado el 60% de todos los viajeros al 37%; es decir, que perdió el 38%.

Si la alta velocidad absorbe el 35% de los desplazamientos por carretera atraerá a 1,85 millones. En definitiva: los 311.000 que movió en 2013 el tren, más el millón estimado del avión y los 1,85 de la carretera suman un total de 3,16 millones de usuarios del AVE.

A esa cifra De la Fuente añade los 350.000 usuarios que enlazarán a otros destinos en Madrid -cifras que Movilia recoge en las relaciones con otras comunidades- y otros 350.000 que "como mínimo", asegura, atraerá el AVE. "Es la demanda inducida; en el caso del AVE entre Sevilla y Madrid representa el 34% del total", detalla el extécnico de Adif. El potencial de la alta velocidad gallega se eleva así a 3,86 millones de pasajeros anuales. De nuevo según las estadísticas publicadas por la revista Vía Libre en su último número, en 2013 se desplazaron entre Madrid y Barcelona 3,12 millones de pasajeros; 2,16 entre Madrid y Sevilla; 1,52 con Málaga; y 2,75 entre Valencia y la capital estatal -1,85 la urbe valenciana y 907.900 Alicante-. El AVE gallego superaría todas esas cifras.

De la Fuente reconoce en cualquier caso que en los resultados finales intervendrán otras variables como los horarios y frecuencias con los que se opere la alta velocidad una vez se establezca; o el coste del desplazamiento por tren y su comparativa con los billetes de avión. Sus cálculos sirven, en cualquier caso, para poner de manifiesto lo que ya se buscaba con el informe de UGT: el potencial de la alta velocidad en Galicia.