Nuevas vías de agua en el barco del PSdeG en A Coruña amenazan con hundirlo. En esta ocasión, a cuenta de una batalla entre el líder del partido en la provincia, Francisco Caamaño, y el secretario xeral, José Manuel Gómez Besteiro, por la lista de delegados al congreso federal que los socialistas celebrarán el fin de semana en Madrid. Ni el cambio de capitán en Galicia, que se había comprometido a "coser" las distintas sensibilidades para lograr un partido unido, ni el nuevo proyecto que comienza en Ferraz de la mano de Pedro Sánchez han logrado apaciguar las aguas revueltas que han puesto, una vez más, patas arriba a las familias del PSOE. La nueva crisis socialista ha fracturado en dos el partido en A Coruña a menos de un año de las elecciones municipales y ha puesto contra las cuerdas a los alcaldes en la provincia, que en vísperas de la cita con las urnas no solo se enfrentarán a la confección de listas locales sino a unas primarias para elegir nueva dirección provincial.

El último pulso entre el PSOE coruñés y la ejecutiva gallega es la antelasa de las disputas y tensiones que provocará la elaboración de las candidaturas para las municipales de 2015. La lucha en las filas socialistas por la elaboración de las listas para las locales se espera más encarnizada que en convocatorias pasadas ya que las expectativas son de unos resultados muy pobres. Eso hace que ya empiece a haber codazos por colocarse en los puestos seguros.

Afines a la candidatura de los 22 delegados de la provincia al congreso federal que fue aprobada el sábado y amparada por la dirección gallega reconocen que con esta lista alternativa a la promovida por Caamaño pretendían darle "un toque de atención" ante la pérdida de apoyos que sufrió por haber "dilapidado su capital político al protagonizar guerras con todo el mundo". Además, cargan contra Caamaño por su actitud ante la elaboración de las listas municipales acusándole de "torpedear" el proceso. Pero desde el minuto uno que el exministro de Justicia aterrizó en Galicia, el mensaje de renovación no caló en sus compañeros de filas. "Hay muchos que tienen miedo a perder los que les da de comer y se aferran el sillón a toda costa", apuntan desde el entorno de Caamaño.

Alcaldes que acudieron el sábado al congreso del PSOE en A Coruña reconocen su "máxima preocupación" por la "bomba de relojería" en la que se convirtió el cónclave para votar la lista de delegados que refrendarán a Pedro Sánchez, el candidato que partía como favorito y al que apoyaba la ejecutiva gallega. Pero Caamaño apostó por Eduardo Madina y perdió; tal y como ya le había ocurrido al arrimarse a Carme Chacón frente a Alfredo Pérez Rubalcaba. "La provincia está rota; es un asunto muy grave y muy difícil de recomponer", reconocen fuentes socialistas. El tiempo juega en su contra. "Va a ser muy difícil cerrar las fracturas internas, confeccionar unas listas [municipales] sin disensiones y transmitir un mensaje de unidad al electorado", admiten desde el PSOE en la provincia.

De ser hace años la provincia de "referencia" en el PSOE, tanto por el número de concellos gobernados por los socialistas como por el peso de sus dirigentes, las continuas crisis internas han convertido a A Coruña en una provincia con un partido "a la deriva" que "carece de dirigentes y liderazgos claros".

Ejecutiva gallega

Dos días después de que Caamaño acusase a la dirección gallega de dar un "golpe de Estado" para boicotear la unidad que se había logrado en la ejecutiva provincial con una lista de consenso de los 22 delegados que acudirán al cónclave federal, el secretario xeral del PSdeG reconoció su "preocupación" por las declaraciones del líder provincial y le advirtió de que "hay que respetar los resultados" de las votaciones. Besteiro cuestionó que Caamaño hiciera comparaciones "con etapas pasadas" porque -adujo- "puede producir inquietud en muchos militantes".

Frente a la denuncia del líder provincial el PSOE en relación a que un grupo con "el apoyo expreso" de la ejecutiva gallega hizo una "contralista" para la designación de delegados al congreso federal, Besteiro defendió que su ejecutiva actúa "igual en todas las provincias" e invitó a Caamaño a explicar por qué cuestiona que hay un "funcionamiento democrático". Sobre si ya había hablado o no con el líder del PSOE en A Coruña tras lo ocurrido el sábado, Besteiro se limitó a decir que las llamadas que mantiene que con sus militante no los comparte con los medios de comunicación". "Lo hago por respeto, por discreción y si me apuran por educación", zanjó en referencia a las declaraciones que hizo Caamaño a este periódico el mismo día del congreso en A Coruña, en las que advirtió de que había llamado en varias ocasiones al secretario xeral del PSdeG para que "parase" la contralista y " trabajase por la unidad" pero no logró respuesta alguna.