La Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas prepara una "revisión en profundidad" del modelo de transporte de viajeros en la comunidad. Es un proyecto a largo plazo, incluido en el programa Feder para el que se solicitan fondos europeos, basado en un servicio "inteligente" y "a demanda", de forma que determinados autobuses de línea solo se desviarán de las rutas principales para entrar en localidades menores y realizarán paradas si los eventuales usuarios lo solicitaron previamente mediante una señal telemática.

El diseño del dispositivo electrónico que permitirá notificar esta señal, así como toda la logística para hacer viable el servicio a demanda, es precisamente lo que ha planteado la Xunta a la Unión Europea para implantar el "transporte inteligente" en Galicia. Para ello se cuenta con un presupuesto de dos millones de euros y la idea es comenzar a aplicarlo a principios de la próxima década.

Antes no puede ser, debido a que el actual modelo de transporte interurbano tiene un marco normativo muy preciso y no se puede cambiar. El horizonte para proceder a esta revisión en profundidad del sistema es 2019, año en el que concluyen las concesiones ahora vigentes por las que se regula todo el sector.

Pero no se partirá de cero. Será un proyecto complementario del actual SAE que la Xunta pretende poner en marcha en 2015, un dispositivo montado por el Gobierno gallego y que ofrece a las empresas por 70 euros al mes por vehículo que permitir controlar a distancia la posición en tiempo real del autobús, el desfase horario o el número de viajeros que lleva en ese momento, además de posibilitar que el usuario, mediante una aplicación web, sepa a qué hora exactamente pasará el autocar por su parada.

Con esta base, la Consellería de Medio Ambiente pretende dar un importante salto tecnológico en el transporte público de Galicia, que actualmente da servicio a 25 millones de usuarios al año. En el futuro, convivirán las líneas tradicionales de autobuses con las que funcionarán a demanda. "La elevada dispersión de la población de la comunidad autónoma junto con la disminución demográfica que padecen los territorios interiores hacen necesario la implantación de un nuevo modelo", argumenta el Gobierno gallego . El objetivo es disponer de una herramienta tecnológica que dé cobertura a 1,5 millones de usuarios.

"Determinados servicios se prestarán a solicitud del viajero y los autobuses solo entrarán en algunas localidades, cuando signifique desviarse de la ruta principal so alguna persona lo demande", explican fuentes de la Xunta, que no obstante precisan que para ello será necesario crear un nuevo marco legal.