Cuando el Prestige se abrió en canal antes de naufragar, las condiciones meteorológicas impedían conocer con exactitud su estado. La robótica podría solucionar al menos este aspecto cuando se produzca un vertido contaminante al mar. Al menos algo así ensaya la Consellería de Medio Rural e do Mar, que ayer probó el uso de los drones -vehículos no tripulados controlados a distancia- para casos similares, aunque el experimento se realizó lógicamente con una situación de menor envergadura que el siniestro que provocó la catástrofe mediambiental de 2002.

Los técnicos del departamento autonómico simularon el accidente de un buque en el puerto de A Pobra do Caramiñal que hubiese provocado un vertido de amoníaco que se iría dispersando en dirección a la ría de Arousa. Aunque el dispositivo de respuesta estuvo compuesto por una docena de embarcaciones con 60 tripulantes a bordo, la atención se centró en la utilización de varios dispositivos robóticos.

Uno de ellos se utilizó para comprobar el estado del barco en la superficie, mientras que los dos submarinos, de metro y medio de longitud cada uno, informaron acerca de los daños sufridos por el casco de la embarcación que transportaba el amoníaco.

Su acción fue completada por un dron aéreo que comprobó la dirección de la mancha, los técnicos analizaron las condiciones necesarias para su uso. Toda la información enviada por estos artilugios fue retransmitida en directo a través de sus cámaras a un portal online que podían seguir los técnicos.

En el ejercicio, que forma parte del proyecto europeo Netmar que ya realizó un experimento similar el año pasado en Irlanda, participaron expertos de la Universidade de Vigo, Capitanía Marítima de Vilagarcía de Arousa, Sasemar, Guardia Civil del Mar, la Cofradía de pescadores de A Pobra, asociaciones de mejilloneros y Protección Civil.

La conselleira de Medio Rural, Rosa Quintana, declaró que sirvió para "conocer en la práctica las fortalezas y debilidades de los equipos y la capacidad de respuesta coordinada de las operaciones en tierra y mar" ante estos vertidos, pero no aclaró si se adoptarán estos sistemas de forma regular.