El conselleiro maior del Consello de Contas, Xesús Palmou, advirtió ayer de que necesitará más recursos y personal para perseguir la corrupción. Para dar cumplimiento al plan de medidas respaldado por el PP gallego, PSdeG y el grupo mixto en el pasado debate sobre el estado de la autonomía, el responsable del organismo fiscalizador avisa de que será necesario crear una sección en la estructura de esta institución "dotada de la misma autonomía e independencia de actuación con la que cuenta ahora".

Propuestas

Las medidas aprobadas en el debate de política general para prevenir y erradicar la corrupción incluían propuestas como "mejorar la transparencia" de los procedimientos negociados, reformar la normativa del Consello de Contas para atribuirle facultades de prevención de estas irregularidades, limitar la financiación de partidos y reducir las campañas. Según explicó ayer Palmou en el Parlamento, este nuevo encargo a Contas "debería llevar consigo" la dotación de más medios materiales y personal "altamente cualificado". El conselleiro maior en funciones, que ejerce el cargo de manera interina tras el fallecimiento de Luciano Fariña, apuntó además que Contas podría elaborar "un mapa de riesgo" en el que se identifique donde pueden darse irregularidades. "El Consello tiene acceso a determinada información en su actuación ordinaria que le suministra las claves para localizar dichos peligros", explicó.

Pero, según Palmou, estas medidas deben venir acompañadas de "propuestas y resoluciones" que deben ser coercitivas, "al menos algunas", apuntó, para prevenir los riesgos. "Entendemos que a grandes rasgos esas deberían ser las funciones fundamentales de esa nueva sección", avanzó.

A final de año empezará a funcionar una plataforma en Contas a la que tendrán que remitirse "todos los contratos de las administraciones públicas" para que este órgano pueda "verlos, analizarlos y fiscalizarlos".

Los portavoces de la oposición coincidieron en la necesidad de que Contas actúe en materia de corrupción para evitar la "decadencia evidente del régimen" y frenar la "gangrena" que supone para la democracia.

En todo caso, el exconselleiro defendió ayer que no se puede "demonizar" a toda la clase política por la sucesión de escándalos de corrupción. En su opinión, tanto en aquella época en la que formaba parte del Gobierno de Manuel Fraga como en la actualidad "los políticos son gente honrada y sacrificada".

Antes de entregar los informes de fiscalización correspondientes a los años 2011 y 2012, Palmou compareció en comisión parlamentaria para dar cuenta de los presupuestos de Contas para el próximo año, que ascenderán a 6,48 millones de euros, un 0,5% más que el ejercicio actual.