El campo de golf de Barbanza, ubicado en el municipio de Boiro, ha iniciado los trámites para su legalización, tras abrir hace casi ocho años y carecer de licencia de actividad del Ayuntamiento.

Este complejo deportivo de 18 hoyos es un campo de pitch&putt, deporte similar al golf solo que con hoyos más cortos y menos palos. Está ubicado en un suelo que según el plan general de Boiro es en parte rústico de protección forestal y en parte de protección de aguas. Suma unas 7,5 hectáreas, de las cuales el campo de golf propiamente dicho tiene una hectárea. Alrededor se ubica una casa club, almacenes, jardines, un hórreo y una viña.

La antigua rectoral de Maceda se reconvirtió en la sede del club de golf tras un acuerdo por 25 años de los promotores, Barbanza Golf SL, con el Arzobispado de Santiago.

Los propietarios, que también tramitan actualmente la Declaración de Incidencia Ambiental de esta actividad deportiva, alegan que la práctica del golf está permitida en suelo rústico de protección forestal y también en suelos de protección de aguas por ser una actividad de ocio. Destacan que también cumplen con las condiciones de edificación en cuento a superficie máxima ocupada y volúmenes.

El campo de golf de Barbanza tiene una demanda de agua para riego de 693.000 litros anuales. Según figura en el proyecto de legalización, "el agua utilizada actualmente para el riego del campo de golf procede de la red municipal de agua del Concello de Boiro". En cuanto al saneamiento, "se resuelve con una fosa séptica".