Primeros días sin lluvias y regresan los incendios forestales a Galicia. Y lo hacen en invierno. En la localidad ourensana de Carballeda de Valdeorras, cuyas cumbres estaban cubiertas por la nieve hasta hace unos días, una decena de fuegos casi simultáneos registrados el domingo en la misma zona sembraron un frente discontinuo, de varios kilómetros, que calcinó 200 hectáreas según la Xunta y unas 400 según fuentes del servicio de extinción. Parte del terreno malogrado -unas 80 hectáreas- forma parte de parajes protegidos de Red Natura.

Las llamas devoraron monte bajo y matorral en terrenos de díficil acceso, en altura y con laderas escarpadas, donde es imposible el ataque directo de los brigadistas y la orografía favorece la propagación en superficie. Medios de toda la provincia se desplazaron para combatir el mayor incendio de lo que va de año.

"Prendieron a las faldas de Pena Trevinca diez fuegos a la vez en cinco kilómetros a la redonda, más otros dos, ya en la provincia de León", afirmaba ayer un agente forestal que participa en la investigación. La conselleira de Medio Rural, Rosa Quintana, denunció la posible acción deliberada que multiplicó el fuego por la montaña de Carballeda de Valdeorras, en la misma parroquia de Casaio. "Son unos malnacidos", acusó. "Es impresionante ver cómo entre la nieve aparece casualmente un incendio", añadió. La alcaldesa de Carballeda de Valdeorras, María del Carmen González, espera que tanta reiteración ayude "a localizar pruebas" para dar con los autores.

Los diferentes focos se iniciaron entre las 10.55 y las 13.30 horas del domingo. El humo llegó a ser visible desde Ponferrada y, en el servicio de extinción, se temió por que las llamas pusieran en peligro el Teixedal de Casaio, uno de los mayores y más antiguos bosques del sur de Europa. A esta zona de alto valor ambiental no llegó ninguno de los frentes. Sí que hubo daños en parajes catalogados de Red Natura. Ocho de los diez incendios superaron las 20 hectáreas de superficie, según los datos de la consellería de Medio Rural. Los focos quedaron controlados entre la noche y la madrugada del domingo al lunes, y se dieron por extinguidos ayer.