Cada mes se registran en España 30 fallecidos en el rural por accidentes con maquinaria agrícola. Con la llegada del buen tiempo, el número de siniestros con tractores implicados aumenta. En los últimos cuatro años este vehículo ha provocado la muerte de 70 personas en Galicia: 16 en 2011, el mismo balance al año siguiente, una cifra que se elevó a 23 en 2013 y a las que se sumaron otra veintena el año pasado. En lo que va de año, esta sangría silenciosa del campo se ha agravado: en apenas cuatro meses ya van cinco muertos. Tres de los cinco accidentes mortales se produjeron este mes. El pasado jueves un vecino de 63 años de la localidad pontevedresa de A Cañiza falleció aplastado por un tractor. Apenas una semana antes en Navia de Suarna (Lugo) se produjo otro siniestro mortal al caer el conductor por un desnivel. Y dos días antes un hombre de 79 años falleció en Guitiriz tras sentirse indispuesto y perder el control de su vehículo agrícola.

Durante el primer trimestre se produjeron dos muertes por siniestros con maquinaria agrícola, uno en febrero y otro en marzo. El 8 de febrero una septuagenaria del ayuntamiento coruñés de Outes perdió la vida después de que una de las ruedas del remolque del tractor se metiese en una tajea de la calzada, lo que provocó el vuelco y la caída de la víctima mientras que el vehículo continuó su marcha sin conductor durante 200 metros. A mediados del pasado mes de marzo, un vecino de 56 años de Cospeito (Lugo) falleció por un fallo en el sistema hidráulico de la máquina elevadora con la que trabajaba mientras manejaba el tractor en una finca próxima a su vivienda.

Aunque sin víctimas mortales, desde enero a abril se registraron otros cinco siniestros con heridos con un tractor implicado. Las cifras tanto en los accidentes con muertos como en los que hubo heridos podrían ser mayores debido a que más del 80% de estos incidentes no aparecen en las estadísticas oficiales porque muchas de las víctimas -jóvenes que ayudan en las tareas del campo o jubilados- no están dadas de alta en el régimen agrario.

En el mes de enero hubo un vuelco de un tractor en Rodeiro (Pontevedra) que colisionó con un camión y que saldó sin heridos; a mediados de febrero un vecino de Vila de Cruces resultó herido grave tras caer de su vehículo en el que transportaba una carga de tojos; a principios de marzo un hombre de Verea (Ourense) también sufrió heridas en un pie al volcar su tractor, un suceso similar que provocó el ingreso en estado grave de un vecino de Cervo (Lugo) a mediados de ese mes. También por esas fechas un mujer de 58 años resultó herida leve en un choque de su tractor con un turismo en el municipio coruñés de Pontedeume.

La mayoría de fallecidos y heridos por accidente de maquinaria agrícola en Galicia supera los 65 años. El Instituto Galego de Seguridade e Saúde Laboral (Issga) contabilizó entre 2011 y 2014 una treintena de siniestros que afectaron a jubilados, casi la mitad de los 70 registrados. De las cinco personas que perdieron la vida en accidentes con maquinaria agrícola este año, tres de ellas superaban esta franja de edad.

La antigüedad de los tractores siniestrados -el 30% supera los 20 años- es una de las particularidades de la alta accidentalidad en el campo gallego. Por eso, los sindicatos agrarios han reclamado la renovación de la flota y la puesta en marcha de medidas antivuelco apostando por estructuras de despliegue automático para evitar este tipo de incidentes o por un paro también automatizado si la transmisión detecta agarre de ropa. La situación se agrava en Galicia debido al elevado número de tractores con más de dos décadas, ya que los que solo las máquinas que tienen menos de esa antigüedad están obligados a contar con mecanismos antivuelco. Galicia es además, según las estadísticas del Ministerio de Agricultura, líder en el mercado de tractores usados con 4.455 transacciones el año pasado -el 17% del total- de las que 3.280 se correspondían con vehículos de más de 20 años. Pero la comunidad gallega se coloca al mismo tiempo en el segundo puesto en cuanto a la comercialización de tractores nuevos, con 725 ventas.

Con el objetivo también de reducir la siniestralidad, el Issga organiza desde el año pasado cursos de medidas de prevención básicas en el manejo del tractor que forman parte de una campaña de prevención laboral que abarcará a un total de 60 concellos del rural gallego.

Aparte de la sangría provocada por los accidentes con maquinaria agrícola, los montes gallegos vivieron una semana trágica a mediados de mes debido a que tres personas fallecieron este día mientras talaban árboles. El último fue un hombre de 69 que murió en Ponteceso al caerle un pino encima cuando estaba en un tractor tratando de retirarlo. Los expertos atribuyen los sucesos a la falta de experiencia y al exceso de confianza, y por eso piden que solo los profesionales del sector realicen estas tareas.