Se acabó la pesadilla para Antonio Piñeira Ferreira. Este gallego, vecino de Salvaterra do Miño y de 57 años, aterrizó alrededor de las 16:00 horas de este miércoles en el aeropuerto de Peinador después de vivir en primera persona el devastador terremoto que ha acabado con la vida de miles de personas. Antonio llega procedente de Nueva Delhi tras hacer escala en Madrid. En la terminal le esperaban su mujer, su hermana y dos de sus hijos, que lo abrazaron emocionados y entre lágrimas.

Antonio relató a su llegada a Vigo que lo primero que se le pasó por la cabeza cuando tembló la tierra en el país nepalí fue la muerte. El gallego señaló que el panorama que hay en Katmandú "es desolador" y que está preocupado por los amigos que ha dejado en el lugar. "No sé si están vivos o muertos", destaca este vecino de Salvaterra do Miño. "Lo que viví es algo que no podré olvidar nunca. Que se moviese de esta manera la tierra", destaca. Ahora afirma que sólo quiere "descansar" y estar con su familia.

Antonio es trabajador de la empresa gallega San José que se encuentra en Nepal preparando la ampliación del aeropuerto de Katmandú. La oficina de la empresa gallega ha servido como refugio para un gran número de supervivientes del terremoto. Otros dos empleados gallegos de la firma que preside Jacinto Rey llegarán esta tarde a Madrid.

Por otro lado, un total de 127 españoles -varios gallegos- que se encontraban en Nepal en el momento del devastador terremoto que sacudió el sábado el país asiático emprendieron anoche su regreso escalonado a España desde Nueva Delhi, ciudad india a la que fueron evacuados tras una larga espera en el colapsado aeropuerto de Katmandú, en el que algunos permanecieron más de 50 horas sin casi agua o comida.