Los radares en Galicia figuran en la lista de los más sancionadores de España. Entre los más de 800 cinemómetros fijos que controlan la velocidad en las carreteras del país, destacan las denuncias tramitadas por ocho situados en la comunidad gallega, que figuran entre los 60 que concentraron más multas el año pasado, dos de ellos en la ciudad de A Coruña: en Alfonso Molina y el puente de A Pasaxe. A la cabeza del ranking nacional, están los ubicados en la A-45 en Málaga, con casi 63.000 sanciones, y en la A-6, con más de 61.000. Los cuatro cinemómetros que más flashes disparan en la provincia de A Coruña son los situados en la N-634, en O Marquiño (O Pino), que está en el puesto número 21; le siguen los de las AC-11, en Alfonso Molina, en el puesto 33; el de A-12, en A Pasaxe, en el puesto 43; y en la AP-9F en el túnel de O Sartego (Ferrol), en el puesto 50. Los que más conductores interceptan en Lugo son los de la A-6, en Parga, en el puesto 30, y en A-6 y en O Corgo, en el puesto 52. De la provincia de Pontevedra los que cazan a más conductores por encima de la velocidad permitida son los colocados en la A-52, en Folgoso-Vigo, en el puesto 33, y en la N-550 en Redondela, en el puesto 60.

La media de flashes disparados por cada radar que controla la red viaria gallega está por encima de las sanciones tramitadas por Tráfico en otras comunidades. Un total de doce cinemómetros fijos ubicados en las carreteras gallegas superaron las 4.000 multas en 2014. De media, cada aparato en la comunidad denunció el año pasado a 4.350 vehículos, un 4,1% más que el conjunto del país: 4.178.

Los más sancionadores son los ubicados en la provincia de A Coruña, que disparan hasta un 36% más de flashes (5.691) que la media del país. En Lugo, las denuncias de los radares superan en un 31% (5.458) a las del resto de comunidades; mientras que en Ourense interceptan un 73% menos de infractores (1.101) y en Pontevedra 21,2% menos (3.291).

De la docena de radares más sancionadores en Galicia, cinco duplican al menos la media de multas que dispara cada aparato en España. Solo el ubicado en la N-634, en O Marquiño, sorprendió infraganti a más de 14.000 conductores el año pasado; el de la A-6, a su paso por la localidad lucense de Parga, a más de 11.00, y el de la A-52, en Folgoso-Vigo a más de 10.000.

La cifra de multas de radar en Galicia el año pasado fue superior al balance de 2013 pero se quedó por debajo del registrado antes de la crisis. El reajuste de los cinemómetros con la rebaja del margen de tolerancia que comenzó a aplicarse el verano pasado en la comunidad y el aumento de los desplazamientos por carretera provocaron un aumento de las sanciones por pisar más de la cuenta el acelerador. Los radares fijos en Galicia sorprendieron en 2014 a un total de 126.161 conductores, casi un 23% más que el año anterior. O lo que es lo mismo, una media de 345 automovilistas fueron cazados por las cámaras de Tráfico a más velocidad de la permitida en la red viaria gallega.

Los dispositivos que controlan las carreteras de las provincias de A Coruña y Pontevedra fueron los que registraron un mayor incremento en el último año, un 49% y 44%, respectivamente. El aumento en las vía de Lugo fue de apenas un 2%, mientras que en Ourense se produjo un descenso del 46%.

En todas las provincias gallegas, salvo en Lugo, el año pasado se experimentó un descenso de las sanciones de radar en relación a antes de la crisis. En el conjunto de la comunidad, los radares sorprendieron a un 4,2% menos de conductores que en 2008, año en el que se superaron las 131.000 denuncias por pisar más de lo debido el acelerador. Pontevedra fue la que registró la mayor caída (-33,4%), seguida de Ourense (-29%) y finalmente A Coruña (-9%).

Las reformas impulsadas por Tráfico, desde la implantación del carné por puntos a la modificación penal que acarrea prisión para los temerarios al volante, han provocado que los automovilistas estén más atentos al volante. Junto a las medidas de control y las campañas de concienciación de la DGT, en este descenso de sanciones también influyó la crisis, que hace que los conductores estén más atentos al velocímetro.

Las carreteras secundarias y las travesías son las vías en las que los conductores menos respetan las limitaciones de velocidad. Adecuar la velocidad a las condiciones de la carretera evitaría uno de cada tres fallecidos en Galicia: unos 350 en el conjunto de España cada año, de ellos unos 35 en la red viaria gallega.

Galicia es una de las nueve comunidades autónomas que en lo que va de año registraron más accidentes de tráfico mortales. Mientras en el conjunto del país, la cifra de fallecidos en carretera disminuyó un 1,2% al pasar de 322 contabilizados entre el 1 de enero y el 29 de abril del ejercicio pasado a 318 en lo que va de año, en la comunidad gallega se registraron cuatro víctimas más: 30 desde enero frente a las 26 del año pasado, un 15,3% más.

Haz click para ampliar el gráfico