El tasazo de Gallardón cerró las puertas de los tribunales a miles de ciudadanos que se resistieron a rascarse el bolsillo para recurrir una multa de Tráfico, un despido, una disputa por una herencia o una negligencia médica. Pese al descenso de denuncias y recursos desde la entrada en vigor de las tasas judiciales en diciembre de 2012 hasta enero de este año, los tribunales gallegos recaudaron en este periodo 27,1 millones de euros, lo que supone una media de 34.800 euros diarios.
Este balance convierte a Galicia en la sexta comunidad que más aportó a las arcas de Justicia con los nuevos gravámenes, derogados el pasado mes de marzo por el nuevo ministro, Rafael Catalá, para todas las personas físicas, es decir, para los ciudadanos en todos los órdenes e instancias. A la cabeza del ranking nacional, se encuentra Madrid (173,37 millones), seguida de Cataluña (122,18 millones) y a más distancia Andalucía (68,58), País Vasco (45,38), Comunidad Valenciana (42,38) y Cantabria (39,16).
El balance no hace más que confirmar los peores augurios de los profesionales de la judicatura: descenso de pleitos y no financiación de la Justicia gratuita con los fondos recaudados. Costear con estos ingresos extra el turno de oficio para los litigantes sin recursos era el argumento que había dado Gallardón para reformar en 2012 el sistema de tasas judiciales con el rechazo de plano de jueces, magistrados, abogados, procuradores y secretarios judiciales.
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Y lo peor de todo, el Ministerio de Justicia admitió el pasado mes de febrero desconocer el destino de los más de 639 millones ingresados en todo el país por los nuevos gravámenes. A las pocas semanas de transcender que el Gobierno no sabía a dónde había ido a parar la recaudación de las tasas judiciales, el Consejo de Ministros, a propuesta de Catalá, aprobó su supresión para las personas físicas.
Más de dos años después de la aprobación del tasazo, las comunidades autónomas que tienen transferidas las competencias en materia de Justicia gratuita, entre ellas Galicia, no han recibido partida alguna procedente de estos fondos. En el caso de la comunidad gallega, las nuevas tarifas dispararon los ingresos en las arcas de Justicia durante el primer año de su aplicación hasta un 165%, al pasar de los 5,1 millones recaudados en 2012 a los 13,57 millones del año siguiente. En 2014, los litigantes gallegos pagaron por llevar su causa a los juzgados 12,44 millones, un 143% más que el año anterior a la entrada en vigor de las tasas.
Por provincias, A Coruña registra el mayor desembolso por parte de los litigantes en la comunidad. Casi la mitad de la recaudación por tasas judiciales procede de causas abiertas en tribunales coruñeses, que desde diciembre de 2012 ingresaron 13,39 millones -más de 17.100 euros cada día-. Le sigue en la lista Pontevedra, con casi 8,2 millones -el 30,2% del total, con una media de 10.500 euros diarios-, y cierran la lista, con prácticamente las mismas cifras, Lugo (2,79 millones) y Ourense (2,75 millones).
De los dos años que estuvieron en vigor las tasas judiciales promovidas por Gallardón, 2013 fue el que más ingresos generó en Galicia: 13,57 millones. Ese ejercicio, los juzgados de A Coruña recaudaron 6,22 millones, un 35% más que el año anterior. El mayor incremento en Galicia respecto al último año sin tasazo se produjo en la provincia de Ourense, donde la recaudación en 2012 fue de tan solo 51.000 euros -30 veces menos que los más de 1,5 millones que ingresaron en 2013-. En los juzgados de Lugo, la recaudación ascendió a 1,46 millones, doce veces más que en 2012 -entonces los ingresos fueron de 114.000 euros-. Mientras, en Pontevedra las tasas judiciales supusieron unos ingresos el primer año de su aplicación de 4,4 millones, diez veces más que los 423.000 euros del ejercicio anterior.
El año pasado, salvo en A Coruña, donde se incrementó todavía más la recaudación por tasas en relación al primer año de su aplicación (los ingresos ascendieron a 6,42 millones) en el resto de provincias gallegas disminuyó. En Pontevedra, cayó a 3,5 millones; en Lugo, a 1,24 y en Ourense a 1,21.
